Entrevista:

"Madrid y yo tenemos el mismo ritmo"

¡Qué barbaridad! En el bar que Javier Bardem ha montado en Buzios, cerca de Río de Janeiro, las garotas aprenden a bailar de cintura para arriba, la barra se convierte en el escenario de sus éxitos y se hace el amor por todas partes. En Madrid, cada jueves, Javier ejerce de animador nocturno en un céntrico local, El Torero, sin olvidar su profesión de acto ri Tiene 25 años y ha pisado platós menos formales que los del cine. Fue "chico de pastel americano" (salía de la tarta en fiestas especiales) y experto en strip-tease. "Gusto mucho a los hombres", dice, y seguramente es...

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¡Qué barbaridad! En el bar que Javier Bardem ha montado en Buzios, cerca de Río de Janeiro, las garotas aprenden a bailar de cintura para arriba, la barra se convierte en el escenario de sus éxitos y se hace el amor por todas partes. En Madrid, cada jueves, Javier ejerce de animador nocturno en un céntrico local, El Torero, sin olvidar su profesión de acto ri Tiene 25 años y ha pisado platós menos formales que los del cine. Fue "chico de pastel americano" (salía de la tarta en fiestas especiales) y experto en strip-tease. "Gusto mucho a los hombres", dice, y seguramente es cierto. "A las mujeres, no", insiste, sin saber que está diciendo una mentira. Ha rodado con Gonzalo Suárez El detective y la luna. Es premio Fotogramas al mejor actor del año por Huevos de oro, de Bigas Luna, pero no le importa que esta vez el Oscar de Belle époque protagonice la charla. "Vuestros huevos sí que son de oro. Viva España", decía el, telegrama firmado por Javier Bardem al enterarse, en directo, de la buena noticia.

Pregunta. ¿Le quedó un telegrama de lo más patriótico?

Respuesta. Aquello olía a España. Lo vi con mi madre, y te juro que lloré. Quieras o no, es la mejor fiesta del cine, y sólo oír a Anthony Hopkins pronunciar el nombre de Trueba me puso la carne de gallina. Cuando viajas mucho te vuelves un patriota muy especial.

P. Si se marcha a Hollywood, ¿será para aprender inglés o para rodar junto a Madonna?

R. Lo de Madonna me temo que se posterga, sobre todo porque no sé cuánto tiene de cierto ese proyecto. Tanto Bigas Luna como yo nos enteramos por la prensa. Estoy esperando el pistoletazo para meterme en el cine americano, haciendo de cubano, de mexicano, de lo que sea. Como dice Banderas, con este físico no puedo parecer un chico de Wisconsin. Además, será una película de Bigas Luna.

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P. ¿Frecuenta los karaokes?

R. No, estuve recorriendo algunos en Barcelona con mi novia, para ensayar Por el amor de una mujer, antes de rodar Huevos de oro, pero me parece un invento hortera.

P. El cine, en pantalla grande, a oscuras y pagando...R. Y en versión original, sin cortes publicitarios y sin los crunch, crunch de la gente comiendo palomitas. Adoro las sesiones de madrugada.

P. A usted le encanta Barcelona.

R. Sí, ahí está mi novia, mi amor, y Bigas Luna, que lo es todo para mí. Pero no pienso moverme de Madrid. Vivo, por fortuna, muy cerca del Retiro, que me encanta, aunque está hecho un asco, despellejado como nunca. Las ciudades, como las personas, tienen su ritmo, y Madrid tiene el mío. Yo de aquí no me muevo.

P. ¿Por qué sigue organizando fiestas en un bar?

R. Ya no salgo tanto, quizá me estoy haciendo viejo. Si llevo El Torero los jueves por la noche, a medias con mi hermano y otro amigo, es para beber con la gente a la que quiero, que se diviertan sin tanta pose, que se desnuden si les apetece. No lo hago por negocio.

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