Clinton pide calma a los inversores y consigue dar la vuelta al desplome de Wall Street

Una milagrosa intervención del presidente norteamericano, Bill Clinton, en la noche del jueves, en la que llamó a la calma y confirmó que está contenida la amenaza inflacionista, consiguió parar en el último momento la caída en la Bolsa de Nueva York, y darle la vuelta hasta acabar la sesión con una ganancia superior a los nueve puntos, y cerrar en el 3.635,96, lo que puede marcar una tendencia a la recuperación después de varios días de pánico bursátil. La mayoría de las Bolsas europeas no pudieron evitar la influencia del mercado neoyorquino, aunque bajaron menos.



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Una milagrosa intervención del presidente norteamericano, Bill Clinton, en la noche del jueves, en la que llamó a la calma y confirmó que está contenida la amenaza inflacionista, consiguió parar en el último momento la caída en la Bolsa de Nueva York, y darle la vuelta hasta acabar la sesión con una ganancia superior a los nueve puntos, y cerrar en el 3.635,96, lo que puede marcar una tendencia a la recuperación después de varios días de pánico bursátil. La mayoría de las Bolsas europeas no pudieron evitar la influencia del mercado neoyorquino, aunque bajaron menos.

La jornada del jueves había comenzado con un clima catastrofista. En poco más de dos horas, el índice Dow Jones había perdido casi 60 puntos. Cuando el presidente intervino, la caída era todavía muy importante -de casi 40 puntos-, pero fueron suficientes dos horas escasas de actividad en Wall Street para acabar con un saldo positivo que aleja por el momento la amenaza del crack.

"Lo fundamental de la economía está sólido", dijo el presidente estadounidense en San Diego, donde interrumpió sus vacaciones para analizar, con sus asesores, la grave situación que atravesaba Wall Street. "Trato de tranquilizar a la gente para que no se cree un miedo generalizado. Creo que es muy importante que el pueblo norteamericano tenga la certeza de que no existe el peligro de inflación en esta economía. No existe razón para reacciones exageradas", declaró Clinton, saliendo al paso del temor a nuevos aumentos de tipos de interés.

Por culpa del miedo a esos aumentos, la Bolsa de Nueva York ha perdido hasta el jueves 241 puntos, lo que significa casi el 6%. Desde que el 31 de enero, cuando el Dow Jones alcanzó su índice récord de 3.978, la Bolsa había perdido casi un 9%. Sólo en esta semana, las pérdidas han estado cerca del 4%. Para encontrar caídas semejantes hay que remontarse al crack de 1987, cuando la bolsa perdió 300 puntos en siete sesiones y cedió más de 500 el 19 de octubre.

Impacto en Europa

[La mayoría de las Bolsas europeas no lograron el jueves zafarse de la negativa influencia de Wall Street, aunque bajaron menos. Aunque los analistas europeos insisten en que la situación económica en Europa tiene poco que ver con la estadounidense, los índices de los mercados bursátiles europeos registraron el jueves nuevos retrocesos.

Mientras en EE UU se teme la subida de tipos, en Europa sucede lo contrario, como lo prueba que el Banco de Francia bajó el jueves el interés del 6% al 5,90% siguiendo el camino del Bundesbank.]

La tendencia negativa en Wall Street comenzó el 4 de febrero con la primera subida de tipos de interés en un cuarto de punto. La situación se agudizó con un nuevo aumento, también de un cuarto de punto, la semana pasada, y persistió en su caída por el efecto combinado de otros acontecimientos políticos como el escándalo Whitewater, el asesinato del candidato presidencial mexicano Luis Donaldo Colosio y el rechazo por parte de EE UU del plan de crecimiento presentado por Japón.

Hasta el jueves, los observadores detectaban un clima de gran confusión entre los inversores, que olfateaban el peligro de nuevas subidas de los tipos. Para varias fuentes, entre ellas el diario The Wall Street Journal, la razones de esta caída son un misterio. Una subida de medio punto de los tipos de interés no explica por sí solo este retroceso. El escenario de la economía norteamericana en la actualidad no puede ser más boyante: el crecimiento del último trimestre de 1993, según la revisión de ayer, es del 7% (el más alto en diez años), la confianza del consumidor ha alcanzado también proporciones récord, se están creando puestos de trabajo (incluso en la industria del automóvil), y todo ello sin que la inflación supere el 2%.

Los expertos tratan de justificar la prolongada caída de la bolsa como una fase de reajuste interno en el mercado de valores, que también había crecido exagerademente a principios de año. Algunos observadores, entre ellos Elaine Garzarelli -quien predijo el crack de 1987-, anuncian que el índice Dow Jones llegará a perder en torno a un 15% en los próximos días.

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