Judas y las mujeres

La medianoche del viernes, 120 hermanos del Cristo Yacente de Campo Real (2.200 habitantes) recorren las calles del pueblo portando una gran imagen de madera y centenares de antorchas. En la procesión sólo pueden participar hombres. "Las mujeres tenemos que verla desde las esquinas, pero no nos importa porque así nos deshacemos de los maridos durante unas horas", afirma Basilia Guerra, administrativa municipal. En Campo Real esa noche sólo se oye el redoble de los tambores que acompaña a la comitiva.En Tielmes (2.000 habitantes) se celebrará, el domingo por la mañana, la puesta y q...

La medianoche del viernes, 120 hermanos del Cristo Yacente de Campo Real (2.200 habitantes) recorren las calles del pueblo portando una gran imagen de madera y centenares de antorchas. En la procesión sólo pueden participar hombres. "Las mujeres tenemos que verla desde las esquinas, pero no nos importa porque así nos deshacemos de los maridos durante unas horas", afirma Basilia Guerra, administrativa municipal. En Campo Real esa noche sólo se oye el redoble de los tambores que acompaña a la comitiva.En Tielmes (2.000 habitantes) se celebrará, el domingo por la mañana, la puesta y quema del Judas, representada con la ayuda de un árbol despojado de sus ramas, con el que se forma una gigantesca figura en forma de cruz. Los juderos, chicos que acaban de cumplir los 18 años (este año reúnen esas características 14 mozos), son los encargados de cortar un álamo o palo-judas que cubrirán con ramas de olivo. Después los dos jóvenes más atrevidos colocarán en lo alto del poste una enorme cabeza de cartón. El judas será quemado en el momento en que la procesión de la Virgen, acompañada por mujeres, y la de Jesús Resucitado, acompañada por hombres, se encuentran en la plaza Mayor.

Tras la quema, los vecinos se marchan al campo a comer el típico hornazo -una torta de huevos, parecida a la mona de Pascua-.