Voto de confianza en las minicipales turcas a al política de Tansu Çiller

Los turcos, que acudieron ayer a las urnas para elegir a sus representantes locales, han dado un voto de confianza a la primera ministra Tansu Çiller, cuya política económica está sumiendo al país en una profunda crisis, y han alzado al partido islámico, Refah, como la segunda fuerza política nacional.Cuando, al cierre de esta edición, se había escrutado el 5% de los votos, las urnas daban como ganador al Partido de la Justa Vía (DYP) de la primera ministra con el 26,2%, seguido del Refalí con el 21,1 % y el Partido de la Madre Patria (Anap) con el 20,4%. El Partido Socialdemócrata del Pueblo ...

Los turcos, que acudieron ayer a las urnas para elegir a sus representantes locales, han dado un voto de confianza a la primera ministra Tansu Çiller, cuya política económica está sumiendo al país en una profunda crisis, y han alzado al partido islámico, Refah, como la segunda fuerza política nacional.Cuando, al cierre de esta edición, se había escrutado el 5% de los votos, las urnas daban como ganador al Partido de la Justa Vía (DYP) de la primera ministra con el 26,2%, seguido del Refalí con el 21,1 % y el Partido de la Madre Patria (Anap) con el 20,4%. El Partido Socialdemócrata del Pueblo (SHP), que está en la coalición gubernamental, se alza como la cuarta fuerza política con el 10,8%.

En el Kurdistán, donde las autoridades libran una batalla contra los independentistas del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), el partido islamista ha aumentado considerablemente su presencia, perfilándose como el ganador de las alcaldías de algunas de las ciudades más importantes. El resultado se interpreta como un claro voto de protesta por la violencia que vive la región, a la que el Ejército está sometiendo a un férreo peinado.

El Partido de la Democracia (DEP), al que el Gobierno acusa de mantener estrechas relaciones con el ilegal PKK, no se presentaba a las elecciones. El pasado día 17 cinco de los seis diputados del DEP detenidos por la policía dos semanas antes, perdían su inmunidad parlamentaria e ingresaban en la cárcel acusados de hacer declaraciones a favor de la independencia.

Aunque las elecciones generales no están previstas hasta 1996, estos comicios se dibujaban como un examen a los nueve meses que Tansu Çiller lleva al frente del Gobierno de coalición DYP-SHP, cuyo liderazgo asumió tras la muerte del anterior mandatario Turgut Özal el pasado año.

Çiller, que antes de conocer los resultados se había negado a dimitir, ha hecho de su política una batalla para aplastar el problema kurdo. Mientras, su gestión económica y su capacidad para resolver la crisis está puesta en entredicho por los inversores extranjeros y la comunidad de negocios nacional.