Cartas al director

Tantos años

Tantos años, y tantos sueños, viviendo y trabajando por un undo mejor para terminar así. Toda la vida peleando por unos ideales para, al final, acabar así.Tantos años luchando por el amor de una mujer para finalizar más solo que los habitantes de Macondo. Tantas lágrimas derramadas, y perdidas, por hacer un futuro honesto, para ahora consumirnos así. Tanto descubrir y leer en los sesenta a Marcuse, Kant, Voltaire, Zola, García Lorca, Baroja, Aranguren, Shakespeare, Mao, el Che o Karl Marx, y tanto oír a Beatles, Stones, Kim Crimson, Pink Floyd, la Vargas o Mozart, para concluir así. Tantos año...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tantos años, y tantos sueños, viviendo y trabajando por un undo mejor para terminar así. Toda la vida peleando por unos ideales para, al final, acabar así.Tantos años luchando por el amor de una mujer para finalizar más solo que los habitantes de Macondo. Tantas lágrimas derramadas, y perdidas, por hacer un futuro honesto, para ahora consumirnos así. Tanto descubrir y leer en los sesenta a Marcuse, Kant, Voltaire, Zola, García Lorca, Baroja, Aranguren, Shakespeare, Mao, el Che o Karl Marx, y tanto oír a Beatles, Stones, Kim Crimson, Pink Floyd, la Vargas o Mozart, para concluir así. Tantos años en la Universidad con licenciatura en Derecho y Criminalogía para, hoy, extinguirnos así. Tantos poemas leídos en la madrugada y tantos libros clandestinos del Ruedo Ibérico para, al final, agotarnos en lo que nos estamos agotando.

Tantos años memorizando sabias metáforas y conclusiones para, al final, prescribir así. Sí, es el pasado, es el recuerdo de un mundo, y al recordarlo ahora ya no se me aparece como recuerdo de la felicidad, sino como recuerdo de un mundo que se fue. Tantos años proyectando ilusiones para, al final... terminar viendo absorto (atontado) Su media naranja, Telecupón, Misterios sin resolver, La máquina de la verdad, Quién sabe dónde, Perdóname, Cita con la vida, Lo que necesitas es love, al Macario, y oír al Luis Cobos o a la Pantoja, o ir al cine, no ya para ver filmes de arte y ensayo o subtitulados, sino al Stallone, al Norris o al Van Damme... Sí, tanta vida cuidando al gran amor de mi vida para, hoy, haberlo perdido. Sí, se me derrumbaron mis cimas. ¿Por qué? Y lo bueno de todo: que soy feliz.- . .

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En