El teleférico de la Casa de Campo perdió 50.000 viajeros

Cuando nació, en 1968, era un medio de transporte que utilizaban para llegar a la Casa de Campo aquellos que no tenían coche. Ahora, el uso del teleférico de la Casa de Campo se reduce a una mera atracción turística a la que acuden cada vez menos visitantes. El año pasado, 178.408 personas (casi 50.000 menos que en 1992) han pagado las 425 pesetas que costaba el vía e de ida y vuelta o las 300 del billete sencillo.El pleno municipal de ayer revisó los precios. Hasta que finalice la concesión municipal de la empresa (caduca en el año 2002), las entradas pueden aumentar en función de lo que suba...

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Cuando nació, en 1968, era un medio de transporte que utilizaban para llegar a la Casa de Campo aquellos que no tenían coche. Ahora, el uso del teleférico de la Casa de Campo se reduce a una mera atracción turística a la que acuden cada vez menos visitantes. El año pasado, 178.408 personas (casi 50.000 menos que en 1992) han pagado las 425 pesetas que costaba el vía e de ida y vuelta o las 300 del billete sencillo.El pleno municipal de ayer revisó los precios. Hasta que finalice la concesión municipal de la empresa (caduca en el año 2002), las entradas pueden aumentar en función de lo que suba el coste de la vida: este año, el paseo aéreo sobre la Casa de Campo costará 445 pesetas (315 si no se quiere volver en la cabina del teleférico al paseo de Rosales).

El teleférico revivió su mejor época cuando se inauguró un pub en el paseo de Rosales y comenzaron los viajes nocturnos. Los vuelos entre tinieblas cesaron. Volvió la rutina: las cabinas surcan el cielo de Madrid como un ferrocarril al revés todos los días de abril a septiembre, aunque en invierno sólo durante los fines de semana se puede sobrevolar la Casa de Campo.

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