No va a resolver nada
(PNV)EAJ-PNV siempre respetará las decisiones tomadas por los agentes económicos y sociales en las iniciativas que, respetuosas con la legalidad, consideren que son de su incumbencia. El respeto no implica compartir la iniciativa, ni, desde luego, supone no poseer opinión ni juicio propio.
Para el PNV la situación económica presente, producto, entre otras razones, del ejercicio de la política desastrosa del Gobierno central (fastos del 92, tipo de cambio suicida, ausencia de reformas estructurales en tiempos de bonanza, corrupción, burocratismo, ausencia de marco incentivador ... ), con...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
(PNV)EAJ-PNV siempre respetará las decisiones tomadas por los agentes económicos y sociales en las iniciativas que, respetuosas con la legalidad, consideren que son de su incumbencia. El respeto no implica compartir la iniciativa, ni, desde luego, supone no poseer opinión ni juicio propio.
Para el PNV la situación económica presente, producto, entre otras razones, del ejercicio de la política desastrosa del Gobierno central (fastos del 92, tipo de cambio suicida, ausencia de reformas estructurales en tiempos de bonanza, corrupción, burocratismo, ausencia de marco incentivador ... ), concede suficientes razones para expresar rechazo.
Sin embargo, el PNV no cree que la huelga general sea el instrumento de respuesta adecuado, ni el remedio para resolver la situación. Mas bien, al contrario. La huelga supone imagen de inestabilidad ante la economía internacional y añade incertidumbre a las expectativas de posible recuperación y, desde luego, arrastra un coste por la no actividad que agravará la situación económica.En definitiva, no va a resolver nada, ni respecto de la situación, ni de los motivos específicos que motivan su convocatoria. Los tiempos presentes exigen sinceridad en la presentación de la situación; exigencia respecto de los valores, actitudes y comportamientos que nos puedan ayudar a salir de la crisis; y esperanza e ilusión respecto a la capacidad de la sociedad vasca para poder, primero, afrontar la crisis y, más tarde, salir de ella.