El guardaespaldas de Harding la implica en el caso de la agresión a Kerrigan

Shane Stant, el presunto autor de la agresión sufrida por Nancy Kerrigan durante los entrenamientos con vistas a las pruebas de selección para los inminentes Juegos Olímpicos de invierno de Lillehammer, se entregó ayer a la policía en Phoenix (Arizona). A su vez, Shawn Eckardt, su propio guardaespaldas, acusó a Tonya Harding de estar involucrada en el caso, por lo que va a ser investigada también. Harding, por su clasificación, y Kerrigan, por su designación a dedo, son en principio las patinadoras artísticas que representarán a Estados Unidos en la cita noruega.

Poco a poco, parece irs...

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Shane Stant, el presunto autor de la agresión sufrida por Nancy Kerrigan durante los entrenamientos con vistas a las pruebas de selección para los inminentes Juegos Olímpicos de invierno de Lillehammer, se entregó ayer a la policía en Phoenix (Arizona). A su vez, Shawn Eckardt, su propio guardaespaldas, acusó a Tonya Harding de estar involucrada en el caso, por lo que va a ser investigada también. Harding, por su clasificación, y Kerrigan, por su designación a dedo, son en principio las patinadoras artísticas que representarán a Estados Unidos en la cita noruega.

Poco a poco, parece irse desenredando la madeja de la conspiración contra Kerrigan, la adversaria más potente de Harding sobre la pista de hielo y que fue golpeada en Portland (Oregón) con una barra de hierro en una de sus rodillas, lesión de la que se está recuperando bien.Eckardt, quien se ocupa de la protección de Harding, ya ha confesado tener que ver con el caso. Su abogado declaró ayer que había cambiado en ese sentido su declaración inicial, en la que afirmó que tanto él como Derrick Smith, igualmente detenido, eran inocentes.

La cadena televisiva NBC informó de que Eckardt incluso manifestó ahora que Harding está implicada en el atentado, cuyo presunto autor material, Shane Stant, se entregó ayer a los agentes, que habían realizado un retrato-robot suyo.

De acuerdo con todo esto, Harding, excluida en principio, también está sometida a la investigación policial, aunque, de momento, todavía no se ha extendido una orden de detención contra ella. Tampoco se ha determinado aún si su ex marido Jeff Gillooly -la pareja se divorció, pero luego se re concilió y vive unida-, es o no el instigador de la agresión a Kerrigan.

"Todavía puedo ganar una medalla de oro", dijo mientras tanto Kerrigan en Boston (Massachussets), a pesar de, que los analistas consideran que podría ser víctima de la gran tensión emocional.

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