Prefería pedir antes que aceptar algo de la madre

A su madre, rememoran los allegados, la despreciaba, de ella no quiere ni ropa ni dinero, prefiere pedir limosna o que le donen ropa de beneficencia.¡Vende el piso y métete en un asilo le suele gritar a la madre. En García Escalero ha brotado el germen del crimen.

Todas las tardes, a las siete y media, se sienta en las escaleras de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en la calle de Alcalá, muy cerca de donde se crío, de donde aún hoy habita su madre, una mujer que limpia compulsivamente la casa y que desde que se conocen los actos de su hijo menor se ha visto señalada con el ded...

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A su madre, rememoran los allegados, la despreciaba, de ella no quiere ni ropa ni dinero, prefiere pedir limosna o que le donen ropa de beneficencia.¡Vende el piso y métete en un asilo le suele gritar a la madre. En García Escalero ha brotado el germen del crimen.

Todas las tardes, a las siete y media, se sienta en las escaleras de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en la calle de Alcalá, muy cerca de donde se crío, de donde aún hoy habita su madre, una mujer que limpia compulsivamente la casa y que desde que se conocen los actos de su hijo menor se ha visto señalada con el dedo acusador de muchos vecinos.

En la parroquia de Nuestra Señora de Alcalá, como en las de Virgen del Lluch o de Covadonga, se hace llamar José. Huraño, saca la caja que lleva en una bolsa y pide. En la parte trasera de la iglesia bebe vino y fuma tabaco negro. "Tengo ganas de matar un cura", le espetó un día con su voz pastosa al párroco.

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