Cartas al director

Tarifas disparatadas

Me causan enfado, rabia, indignación, ira, frustración e impotencia los abusos de la compañía Telefónica. Llamar tres minutos desde Las Rozas o cualquier municipio incluido en la tarifa metropolitana -por ejemplo, Alcobendas, Pinto, Majadahonda, etcétera- a Madrid: 10,03 pesetas; llamar tres minutos desde Torrelodones o Villanueva del Pardillo, Villalba o cualquier municipio incluido en la tarifa provincial a Madrid: 110 pesetas. Llamar una hora desde Las Rozas a Madrid, 105,29 pesetas; llamar una hora desde Torrelodones a Madrid o a Las Rozas, Pinto, Majadahonda, etcétera, 1.790 pesetas.Los l...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Me causan enfado, rabia, indignación, ira, frustración e impotencia los abusos de la compañía Telefónica. Llamar tres minutos desde Las Rozas o cualquier municipio incluido en la tarifa metropolitana -por ejemplo, Alcobendas, Pinto, Majadahonda, etcétera- a Madrid: 10,03 pesetas; llamar tres minutos desde Torrelodones o Villanueva del Pardillo, Villalba o cualquier municipio incluido en la tarifa provincial a Madrid: 110 pesetas. Llamar una hora desde Las Rozas a Madrid, 105,29 pesetas; llamar una hora desde Torrelodones a Madrid o a Las Rozas, Pinto, Majadahonda, etcétera, 1.790 pesetas.Los límites de las zonas metropolitanas son totalmente arbitrarios. De no serlo -que lo son-, la diferencia entre las tarifas es absolutamente disparatada. No veo razón convincente para que me cueste más hablar tres minutos por teléfono desde Torrelodones con Madrid, ciudad en la que, de hecho, discurre la mayor parte de mi vida, que colgarme de la línea telefónica durante una hora desde Parla, Las Matas o Las Rozas. Vivir en Villanueva del Pardillo o Torrelodones, hoy día, es vivir en Madrid, no en pueblos perdidos de la provincia, y las facturas telefónicas que recibimos sólo serían justificables si tuviésemos que purgar algún tipo de pecado. No es el caso. Este abuso de Telefónica -que no es el único- es posible por la situación de monopolio en la que se encuentra el sector, que permite no tener en consideración a los miles de clientes que nos indignamos cada vez que pagamos 60.000 pesetas por dos meses de teléfono.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En