Las divas de la Ópera exponen sus ropajes

Puerta de Toledo descubre los pesados disfraces de las mejores sopranos

Las cantantes de ópera son mujeres de peso. Esto es lo primero que se adivina nada más ver los 13 trajes de la exposición Damas de la ópera, que se exhibe en el mercado Puerta de Toledo. Tallas inmensas. Metros y metros de telas han utilizado los modistos de la sastrería Cornejo para confeccionar el vestuario lucido por las cantantes en las mas importantes óperas. Eso sí, el vestido más inmenso corresponde a Montserrat Caballé.

El vestido más grande de la exposición -diseñado por Julio Galán, en color vino y con una capa gris tornasolado en rojo es el que llevó la soprano Montserrat Cab...

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Las cantantes de ópera son mujeres de peso. Esto es lo primero que se adivina nada más ver los 13 trajes de la exposición Damas de la ópera, que se exhibe en el mercado Puerta de Toledo. Tallas inmensas. Metros y metros de telas han utilizado los modistos de la sastrería Cornejo para confeccionar el vestuario lucido por las cantantes en las mas importantes óperas. Eso sí, el vestido más inmenso corresponde a Montserrat Caballé.

El vestido más grande de la exposición -diseñado por Julio Galán, en color vino y con una capa gris tornasolado en rojo es el que llevó la soprano Montserrat Caballé cuando interpretó a Electra en la pieza Idomeneo, Rey de Creta. Por el contrario, el más pequeño es un kimono blanco que lució la soprano japonesa Yoko Watanabe en Madame Butterfly.Sin embargo, toda la riqueza es falsa. Las piedras preciosas que adornan los vestidos no lo son, las perlas falsas, las pieles sintéticas, las telas baratas y simples. Pero, puesto en escena, todo luce. Todos los trajes, en los que se ha invertido cientos de horas en su confección, rondan el medio millón de pesetas.

El más valioso es el que usó la soprano Patricia Wise en Lulú. Alcanza las 800.000 pesetas. Se trata además del vestido más pesado de la exposición. Unos 15 kilos pesan los hilos de piedras cristal que adornan el modelo. Para que la soprano pudiera estar más cómoda y que el peso no le dañara los hombros le tuvieron que poner unas almohadillas en los tirantes. Además se puede admirar el traje de inspiración andaluza -en rojo y negro- que lució la cantante Ruza Baldani en Carmen, el vestido verde botella y terciopelo plateado de Ghena Dimitrova cuando hizo Tosca, el vestido realizado con tapiceria de flores, que llevó Pilar Lorengar cuando interpretó a Ahce Ford en la Falstaff, el azul con brocados y pedrería de Katia Ricciarelli en la ópera Don Giovanni, el traje dorado y verde con mantón y flores en el escote que usó Giovanna Cassolla en La Traviata.

Marionetas de Valle-Inclán

Esta muestra rinde homenaje a unas mujeres que poseen un don privilegiado y trabajado: la voz. "Intentamos también acercar la ópera al público, a través de cosas"curiosas, de los que está detrás y no se ve", asegura Marisa Santarnaria, de Kapta 3, firma organizadora de la exposición.Como complemento al vestuario, se exhiben fotografías, videos y atrezzo -coronas, libros, armas, todos falsos- de las más importantes óperas. Y, para caldear el ambiente nada mejor que la voz de ellas, de las divas.Junto con los ropajes de la ópera, las marionetas llegan hoy al mercado, con los personajes que representan la obra La cabeza del dragón, de Ramón del Valle Inclán, en versión de la compañía Teatro Albahaca. Los protagonistas de la obra son el resultado de un esfuerzo artesanal y estarán durante toda la Navidad.

Damas de la ópera. Mercado Puerta de Toledo (Ronda de Toledo, l), hasta el 9 de enero. Gratis. Contar un cuento, marionetas. Hasta el 16 de enero.

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