Argelia vive una aparente tregua tras ofrecer los militares un diálogo con el FIS
Argelia parece vivir el principio de una tregua tras llamamiento al diálogo nacional que el jueves efectuó por televisión el general Mohamed Tuati, quien se comprometió ante toda la nación a sentar a la mesa de las negociaciones junto con el Frente Islámico de Salvación (FIS), al tiempo que daba por descartado un posible "golpe de Estado". El inicio de esta tregua, no explícita y que puede romperse en cualquier momento, ha estado precedido por una semana en la que al menos 20 policías han perdido la vida.
La muerte de ocho agentes en la localidad de Sidi Musa, a pocos kilómetros de la c...
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Argelia parece vivir el principio de una tregua tras llamamiento al diálogo nacional que el jueves efectuó por televisión el general Mohamed Tuati, quien se comprometió ante toda la nación a sentar a la mesa de las negociaciones junto con el Frente Islámico de Salvación (FIS), al tiempo que daba por descartado un posible "golpe de Estado". El inicio de esta tregua, no explícita y que puede romperse en cualquier momento, ha estado precedido por una semana en la que al menos 20 policías han perdido la vida.
La muerte de ocho agentes en la localidad de Sidi Musa, a pocos kilómetros de la capital, mientras trataban de poner orden entre un grupo de vecinos que pugnaban por comprar sémola en un comercio estatal, ya había trascendido la pasada semana. Pero ayer se supo que otros 12 policías fueron abatidos en un tiroteo, registrado en Gardaia, a 650 kilómetros al sur de Argel, cuando retiraban un control rutinario de carretera.Después de esta doble matanza Argelia vive desde hace tres días una situación de aparente calma que, para algunos observadores, podría ser el preludio de una tregua y una respuesta directa a la mano abierta del general mayor (capitán general) Mohamed Tuati, quien se ha comprometido a proseguir con el diálogo y conducirlo hasta sus últimas consecuencias. El mensaje de Tuati, dirigido a toda la población, pero especialmente a los sectores radicales, habría sido favorablemente acogido por los fundamentalistas.
Esta situación ha propiciado que en las últimas horas se escucharan con fuerza las llamadas al diálogo nacional, efectuadas por la oposición democrática. La más reciente es la de Abdelhamid Mehri, secretario general del ex partido único Frente de Liberación Nacional, que ayer convocó a toda la prensa en un salón del hotel Saint George. En la antigua sede del Ejército aliado durante la campaña del norte de África durante la Segunda Guerra Mundial, Mehri comunicó una serie de proposiciones para acelerar y profundizar en el diálogo.
Primera aparición pública
Se trata de la primera aparición pública del Frente de Liberación Nacional, después de muchos meses de silencio, jalonados únicamente de comunicados o comentarios pronunciados en círculos reducidos de periodistas. Con estas declaraciones el antiguo partido único se ha sumado de manera abierta y pública al debate que se desarrolla sobre la reconciliación y el diálogo nacional, de manera similar al líder socialista Ait Ahmed.
El portavoz del FLN urgió a las autoridades a que dieran mayor rapidez al proceso del diálogo y dejaran de poner trabas legales y burocráticas para que continúe avanzando con fluidez. Con esta afirmación Abdelhamid Mehri se refería, sobre todo, a la polémica jurídica y política surgida en torno a la participación en el diálogo del FIS.
Los requisitos impuestos por la Comisión Nacional del Diálogo y el Alto Comité de Estado con respecto a los futuros portavoces del FIS condicionan y lastran ostensiblemente este encuentro, y crean una s1tuación complicada y confusa. Se exige, por ejemplo, que los interlocutores del FIS se encuentren en libertad o no tengan cuentas pendientes con la justicia. Se trata de una premisa difícil que descarta de entrada a los principales y más representativos líderes de la organización, que se encuentran encarcelados o en el exilio y son los únicos capaces de representar a la organización y convencer con su fuerza moral y política a los grupos armados para que callen sus armas.