El Gobierno español prevé recortar la cooperación con Guinea y expulsar a alguno de sus diplomáticos

El Gobierno español se dispone a reaccionar ante la expulsión, el sábado, del cónsul de España en Bata (Guinea Ecuatorial), Diego Sánchez Bustamante, que considera una auténtica "provocación", según indican fuentes diplomáticas. La respuesta será, por un lado, en el terreno diplomático, con la probable expulsión de algún funcionario ecuatoguineano acreditado en Madrid, y supondrá, por otro, un recorte de la cooperación que España aporta a su única ex colonia en África subsahariana. "La réplica será enérgica", aseguran las mismas fuentes.

El titular de Asuntos Exteriores, Javier Solana, ...

El Gobierno español se dispone a reaccionar ante la expulsión, el sábado, del cónsul de España en Bata (Guinea Ecuatorial), Diego Sánchez Bustamante, que considera una auténtica "provocación", según indican fuentes diplomáticas. La respuesta será, por un lado, en el terreno diplomático, con la probable expulsión de algún funcionario ecuatoguineano acreditado en Madrid, y supondrá, por otro, un recorte de la cooperación que España aporta a su única ex colonia en África subsahariana. "La réplica será enérgica", aseguran las mismas fuentes.

El titular de Asuntos Exteriores, Javier Solana, ha convocado para hoy por la mañana una reunión de los altos cargos de su ministerio, en la que participarán Sánchez Bustamente y el embajador en Malabo, Arturo Avelló, para pasar revista a las opciones a su alcance para replicar al régimen de Teodoro Obiang.Avelló llamado a consultas por Solana el sábado para expresar así su disgusto por la expulsión, y Sánchez Bustamante embarcaron ayer en el vuelo regular de Iberia de Malabo a Madrid, adonde llegaron a las 9.40 de la noche.

El ministro ecuatoguieano de Exteriores, Benjamín Mba, convocó el sábado a Avelló para comunicarle que declaraba "persona no grata" a Sánchez Bustamante por su "injerencia en asuntos internos". La medida sorprendió al embajador. Aunque Mba había sugerido más de una vez que el cónsul debía abandonar Bata, las relaciones hispano-guineanas atravesaban una fase tranquila tras la celebración de las elecciones amañadas en la ex colonia.

La cúpula de Exteriores planea expulsar a por lo menos uno de los diplomáticos ecuatoguineanos residentes en Madrid después de consultar al Cesid (servicio secreto militar) y a la Dirección General de la Policía para determinar cuáles se dedican a actividades incompatibles con su estatuto.

También tiene la intención de anunciar esta misma semana un nuevo recorte de la cooperación española con Guinea, que este año rondará todavía los 2.000 millones de pesetas y que, según lo presupuestado, experimentará una rebaja de 300 millones de 1994. Esta reducción adicional de la ayuda al desarrollo, que será acordada hoy, puede sintonizar con la petición formulada por el diputado del Partido Popular Javier Rupérez de suprimir la asistencia técnica a la radio-televisión y las becas a los hijos de los mandatarios del régimen.

En la reunión de hoy se examinará además quién puede reemplazar al cónsul expulsado. Su puesto ha sido ocupado provisionalmente por el secretario de embajada, Idelfonso Castro, que se trasladó de Malabo a Bata para no dejar desatendida a la colonia española, integrada en su mayoría por cooperantes.

Las decisiones de principio tomadas hoy no serán anunciadas previsiblemente hasta dentro de unos días. A mediodía, Solana viajará de nuevo a Bruselas y a su regreso desea despachar con el presidente Felipe González antes de hacer pública cualquier iniciativa.

En conversaciones telefónicas mantenidas ayer por la mañana desde Malabo con su ministerio, Sánchez Bustamente negó rontundamente haber mantenido el viernes en el consulado una reunión con los partidos de oposición que boicotearon las elecciones, como le acusan los ecuatoguineanos. Su esposa, Licia, sí organizó ese día un encuentro en su residencia con alumnos ecuatoguineanos de la Universidad a Distancia, a los que distribuyó material didáctico.