Cartas al director

De cabras y cuervos

Quisiera manifestar mi completo acuerdo con dos terceras partes del contenido del artículo ¿Cuervos o cabras? de Juan Goytisolo, publicado en este diario el pasado día 27 de noviembre. Si no lo suscribo en su totalidad es sólo porque echo en falta los imprescindibles antecedentes de la actual situación en Bosnia y porque del caudal informativo nacional o intemacional -que desde luego no es sinónimo de imparcial- que allí se menciona no se destaca en concreto ningún aspecto susceptible de restar credibilidad al bando bosnio. Asesinar a un líder propio, por ejemplo, o bombardear un cement...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Quisiera manifestar mi completo acuerdo con dos terceras partes del contenido del artículo ¿Cuervos o cabras? de Juan Goytisolo, publicado en este diario el pasado día 27 de noviembre. Si no lo suscribo en su totalidad es sólo porque echo en falta los imprescindibles antecedentes de la actual situación en Bosnia y porque del caudal informativo nacional o intemacional -que desde luego no es sinónimo de imparcial- que allí se menciona no se destaca en concreto ningún aspecto susceptible de restar credibilidad al bando bosnio. Asesinar a un líder propio, por ejemplo, o bombardear un cementerio, también propio, para que parezca que los culpables son los serbios sobrepasa con mucho el convencional concepto de legítima defensa.El cuento que da título al artículo me parece, por otra parte, tan ingenioso como acertadamente traído a colación. Me imagino que al autor le vino a la mente mientras contemplaba a los 3.000 o 4.000 escritores constituidos en Parlamento en Estrasburgo. Y no con ánimo de descalificar, sino, muy al contrario, de calificar. Porque junto a unos pocos conocidos y reconocidos autores había otros que, inevitablemente, lo eran menos. ¿Cómo conocer a 3.000 o 4.000 escritores? Nada más normal, por tanto, que preguntarse por la procedencia y la identidad de más de uno de los allí presentes agrupados en círculos y más círculos, discernir quién va de cabra, quién de cuervo y quién, sencillamente, de fantasma.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En