Un camionero ebrio causa un muerto al ir por el carril contrarieo

Cinco minutos bastaron al camionero Francisco Javier M. S., de 31 años, para convertir tres kilómetros de la carretera de Andalucía en un reguero de sangre. Y lo hizo sin contemplaciones: borracho, en un camión Pegaso y circulando en dirección contraria. Un muerto y cinco heridos graves fueron testigos de su acelerado trayecto.La locura se desató a las ocho de la noche junto al restaurante El Amigo, en una parada de servicio de la carretera N-IV, a la altura de Ocaña (Toledo). Allí, el camionero había alimentado su furia con alcohol. Salió del local y trepó a su Pegaso. Solitario, inició la ma...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cinco minutos bastaron al camionero Francisco Javier M. S., de 31 años, para convertir tres kilómetros de la carretera de Andalucía en un reguero de sangre. Y lo hizo sin contemplaciones: borracho, en un camión Pegaso y circulando en dirección contraria. Un muerto y cinco heridos graves fueron testigos de su acelerado trayecto.La locura se desató a las ocho de la noche junto al restaurante El Amigo, en una parada de servicio de la carretera N-IV, a la altura de Ocaña (Toledo). Allí, el camionero había alimentado su furia con alcohol. Salió del local y trepó a su Pegaso. Solitario, inició la maniobra para acceder a la autovía. Un movimiento que delató su estado: se dirigía a Madrid, pero por el acceso que aboca en sentido a Cádiz. No pasó inadvertido. Otros camioneros que reponían fuerzas en el lugar intervinieron. Sabían, siempre según la versión de Tráfico, que su compañero iba borracho.

Con sus vehículos trataron de bloquear la salida del camión. Sin éxito. Tras sortearlos, el Pegaso se convirtió en una máquina de matar. A los 500 metros chocó con un Toyota de Ciudad Real. El conductor -D.G.T., de 27 años- resultó herido grave. Francisco Javier volvió a apretar el acelerador en sentido contrario. Apenas tres kilómetros después acabó la carrera.

Embistió a un Renault 14 de Jaén, con cinco ocupantes. Luis Gila Marín, de 26 años, falleció segundos después de verlo aparecer de frente. El conductor -J. E. V., de 27 años- y otros tres ocupantes quedaron heridos graves entre los hierros. El camionero salió ileso y sin su Pegaso.

La Guardia Civil le detuvo. La prueba de alcoholemia dio positivo: 1,98 gramos de alcohol por litro de sangre. Casi cuatro veces más de lo permitido a camioneros.

El juez de Ocaña ordenó ayer su ingreso en prisión preventiva, según Efe.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En