El SPD alemán inicia un congreso con optimismo para intentar vencer a Kohl

Los socialdemócratas alemanes (SPD) iniciaron ayer su congreso en Wiesbaden conscientes de que sus posibilidades de volver al poder que abandonaron en Bonn hace más de 11 años son mejores que nunca. Su líder, Rudolf Scharping, que se hizo el pasado mes. de junio con la presidencia del SPD gracias al voto de las bases, hizo un llamamiento a la unidad del partido para derrotar en las urnas a los democristianos del canciller Helmut Kohl en las elecciones generales del 30 de octubre de 1994, que serán precedidas por una larga ristra de comicios locales, regionales y europeos.Scharping acusó a Kohl...

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Los socialdemócratas alemanes (SPD) iniciaron ayer su congreso en Wiesbaden conscientes de que sus posibilidades de volver al poder que abandonaron en Bonn hace más de 11 años son mejores que nunca. Su líder, Rudolf Scharping, que se hizo el pasado mes. de junio con la presidencia del SPD gracias al voto de las bases, hizo un llamamiento a la unidad del partido para derrotar en las urnas a los democristianos del canciller Helmut Kohl en las elecciones generales del 30 de octubre de 1994, que serán precedidas por una larga ristra de comicios locales, regionales y europeos.Scharping acusó a Kohl y a su Gobierno de ser incapaces de enfrentarse a la recesión económica, de carecer de ideas y de engañar a los alemanes "vendiéndoles un nuevo nacionalismo como premio de consolación por sus problemas". La mayoría de las encuestas sitúan por delante al SPD si la elección fuera ahora, pero con porcentajes que no permitirían a los socialdemócratas formar Gobierno más que en coalición con los democristianos. Consciente de la necesidad de calentar la batalla electoral, Scharping, un hombre de no excesivo carisma, se mostró el lunes contrario a una gran coalición con los democristianos (CDU) y retó a Kohl a un debate en televisión.

Moderados contra radicales

Tradicionalmente, desde que perdieron el poder en Bonn en 1982, el problema de los socialdemócratas ha sido la falta de un líder fuerte que consiguiera unir las belicosas facciones del partido y poner de acuerdo a los grande barones del SPD. Paradójicamente, su control de los länder y municipios no se ha traducido en triunfos a nivel federal. Scharping, claro representante del ala moderada del partido, parece dispuesto a enfrentarse con los elementos más a la izquierda. Ayer, por ejemplo, apoyó la propuesta de la semana laboral de cuatro días, especificando que llevará consigo una reducción de los salarios, lo contrario que defiende el ala izquierda del SPD."Tenemos que concentrarnos en lo esencial y no dejarnos distraer", dijo Scharping en clara referencia a los conflictos internos. Para el líder del SPD, el elemento básico de la campaña electoral debe ser la lucha contra el desempleo, causado por la pésima gestión del Gobierno, para lo que sugirió, entre otras cosas la imposición de beneficios fiscales para las inversiones que supongan la creación de puestos de trabajo. De la reconducción del partido hacia el centro político da idea el hecho de que Scharping apoyó ayer el plan de Kohl de permitir las escuchas telefónicas en la lucha contra el crimen organizado, algo a lo que se oponen muchos políticos socialdemócratas.

Scharping acusó al Gobierno de evolucionar hacia la derecha, pero Los Verdes, sus posibles socios de coalición, manifestaron su preocupación por lo que consideran también giro del SPD hacia posiciones conservadoras.

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