La proximidad de las elecciones vascas obstaculiza el diálogo entre PSOE y PNV

Los intentos de recomponer las relaciones entre el PSOE y el PNV fracasan una y otra vez al considerar los nacionalistas vascos que el Gobierno se resiste a colocar encima de la mesa de negociación el Estatuto Gernika y establecer "un compromiso político, de leerlo conjuntamente". El pasado viernes, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y el portavoz de ese partido en el Congreso, Iñaki Anasagasti, se reunieron secreto en Madrid con el secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, y portavoz parlamentario, Carlos Solchaga, sin alcanzar ningún acuerdo concreto.

Socialistas y naci...

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Los intentos de recomponer las relaciones entre el PSOE y el PNV fracasan una y otra vez al considerar los nacionalistas vascos que el Gobierno se resiste a colocar encima de la mesa de negociación el Estatuto Gernika y establecer "un compromiso político, de leerlo conjuntamente". El pasado viernes, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y el portavoz de ese partido en el Congreso, Iñaki Anasagasti, se reunieron secreto en Madrid con el secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, y portavoz parlamentario, Carlos Solchaga, sin alcanzar ningún acuerdo concreto.

Socialistas y nacionalistas reconocen que la celebración de las elecciones vascas el próximo año dificultará aún más la posibilidad de un acuerdo. Delegaciones del PNV y de CiU se reunirán por separado mañana, jueves, con la comisión socialista encargada de pactar las medidas de impulso democrático.El último intento de restablecer la confianza perdida entre el PSOE y el PNV se produjo el pasado viernes en una entrevista secreta que mantuvieron en Madrid el presidente peneuvista, Xabier Arzalluz, y su portavoz parlamentario, Iñaki Anasagasti, con el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga, y el secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas. Aunque la reunión duró seis horas, las susceptibilidades no se han disipado, sobre todo por parte peneuvista. La celebración en un año de las elecciones en el País Vasco hace muy difícil la recomposición de relaciones, según reconocen unos y otros, que se acusan mutuamente de estar ya en campana

Los socialistas quieren llevar a sus interlocutores al terreno de lo concreto y negociar en cada momento lo que corresponda. Los peneuvistas, sin embargo, al margen de las cuestiones parlamentarias del día a día, demandan del Ejecutivo central "un acuerdo político pactado" en torno al desarrollo del Estatuto de Gernika. El PNV no pretende sólo un acuerdo sobre las 54 transferencias que demanda para el desarrollo estatutario, sino que quiere "la lectura conjunta del Estatuto al completo", tomando las palabras del presidente del Gobierno, Felipe González, en la sesión de su investidura, en julio pasado.

Según la versión del PNV, siempre que indican a sus interlocutores socialistas que lo que quieren es esta decisión política de carácter global, la respuesta es la siguiente: "¿Y después del Estatuto qué vais a pedir?". El PNV responde, según dirigentes de ese partido, que esa actitud supone "echar balones fuera". "Ahora pedimos la lectura del Estatuto y después, quién sabe, a lo mejor pedimos la independencia, pero ya se encargarán ellos de no darla".

Puñalada por la espalda

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Ayer mismo hubo un nuevo brote de irritación del PNV ante la actitud "desleal" de los socialistas vascos por unir sus votos con Unidad Alavesa y el PP en una sesión de las Juntas Generales de Álava. Las tres fuerzas aprobaron una moción por la que Álava no participará en la constitución del Banco Público Vasco. Un portavoz peneuvista señaló que, con gestos así, sus socios de gobierno en el País Vasco no pueden esperar su colaboración en la política española, informa Aurora Intxausti.

El presidente de la ejecutiva alavesa del PNV, Félix Ormazabal, y el portavoz de este partido en el País Vasco, Joseba Egibar, responsabilizaron de este bloqueo a Ramón Jáuregui, secretario general de los socialistas vascos. "Es el auténtico estilo Jáuregui: la puñalada por la espalda". Ormazabal. y Egibar añadieron que Jáuregui primero intentó torpedear el proceso de negociaciones entre el PNV y el PSOE, al desautorizar a Benegas, y ahora, con su actirtud sobre el banco vasco, "vuelve a soltar una nueva carga de profundidad".

A la lista de agravios, los nacionalistas añaden que el PSOE no está aceptando en el Congreso apenas ninguna enmienda peneuvista a los Presupuestos, sobre todo las que hacen referencia a incentivos fiscales para las pequeñas y medianas empresas.

La visión de los socialistas es completamente distinta. "Ha habido decisiones del Gobierno de interés para el País Vasco en lo que se refiere a la siderurgia y también en incentivos fiscales", señala un dirigente del PSOE. Respecto a la cuestión de fondo opina: "Lo que el PNV llama 'Iectura conjunta del Estatuto' quiere decir 'revisión global".

Aun así, el Gobierno actuará como si la discrepancia con el PNV no existiera. Para mañana están convocados los nacionalistas vascos y catalanes para continuar las conversaciones sobre el impulso democrático, según el subsecretario de la Presidencia, Miguel Gil.

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