Cartas al director

Tíbet

El artículo del día 19 de octubre de su enviado en Pekín equivoca las cifras de población de las minorías nacionales en China y minimiza la labor de represión ejercida durante décadas por el Partido Comunista Chino, en especial en lo referente al Tíbet. Los tibetanos no son dos millones, sino cinco, ya que no sólo viven en la región "autónoma", sino en otras provincias. Por otro lado, el "separatismo" tibetano no ha sido sólo alentado por el "importante aparato policial y militar desplegado", sino por la violencia sistemática ejercida antes, durante y después de la llamada "revolución cultural...

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El artículo del día 19 de octubre de su enviado en Pekín equivoca las cifras de población de las minorías nacionales en China y minimiza la labor de represión ejercida durante décadas por el Partido Comunista Chino, en especial en lo referente al Tíbet. Los tibetanos no son dos millones, sino cinco, ya que no sólo viven en la región "autónoma", sino en otras provincias. Por otro lado, el "separatismo" tibetano no ha sido sólo alentado por el "importante aparato policial y militar desplegado", sino por la violencia sistemática ejercida antes, durante y después de la llamada "revolución cultural". De los 1.500 monasterios que había en el Tíbet sólo quedan 30, las obras de arte fueron destruidas, las bibliotecas quemadas, miles de personas fueron ejecutadas y 100.000 personas debieron huir a la India, donde todavía viven. Al mismo tiempo, una invasión demográfica china trata de destruir la identidad de la región. Ciertamente, el Tíbet era un país subdesarrollado económicamente antes de la invasión, pero no creo que eso dé derechos a nadie para avasallar a un pueblo.No sé si en el futuro Tíbet permanecerá unido a China o no, pero sea como sea ésa es una decisión que debe tomar el pueblo tibetano, libre de ocupaciones, humillaciones y tiranías. Libres para practicar o no su religión y para vivir como quieran.

Como también es un pueblo generoso y de una cultura profunda y secular, no guardan los tibetanos odios ni resentimiento contra el pueblo de China, con el que han convivido pacíficamente durante incontables generaciones en un intercambio fructífero de culturas.-

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