"Yo doy o ahora mismo 20 nombres para sucederme"

Manuel Fraga no eludió ayer, en el último día de campana, referirse a su sucesión al frente del PP gallego, aunque no aclaró nada. Admitió que si renueva mandato en la Xunta, éste será, a sus 71 años, "su último servicio a Galicia", pero se negó a declarar abierta la puerta del relevo. "No habrá guerra por la sucesión. Habrá una sucesión ordenada, como es natural", dijo tajante para alejar especulaciones.

El presidente de la Xunta precisó que, aunque Aznar había aludido en una reunión con periodistas a los conselleiros de Ordenación del Territorio, José Cuiña, y de Sanidad, J...

Manuel Fraga no eludió ayer, en el último día de campana, referirse a su sucesión al frente del PP gallego, aunque no aclaró nada. Admitió que si renueva mandato en la Xunta, éste será, a sus 71 años, "su último servicio a Galicia", pero se negó a declarar abierta la puerta del relevo. "No habrá guerra por la sucesión. Habrá una sucesión ordenada, como es natural", dijo tajante para alejar especulaciones.

El presidente de la Xunta precisó que, aunque Aznar había aludido en una reunión con periodistas a los conselleiros de Ordenación del Territorio, José Cuiña, y de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, como los mejor colocados para el relevo, el propio Aznar podría haber dado otros 10 nombres". Y para crear más confusión, instantes antes concluir la rueda de prensa, el cabeza de lista popular apostilló: "Yo doy ahora mismo 20 nombres de personas capaces de hacerlo".

Días atrás, dirigentes próximos a Aznar habían admitido que éste es consciente de que la renovación centrista que su partido se ha marcado como camino más corto hacia La Moncloa en las próximas elecciones legislativas va a seguir en Galicia su propio ritmo por el papel absoluto que la figura de Manuel Fraga desempeña en la política gallega.

Cuiña y Becearía

Estas fuentes admitían claramente que los dos varones mejor colocados para relevar a Fraga son Cuiña y Romay Beccaría. Cuiña es quien conecta mejor con el regionalismo de Fraga, basado más en el folclore y los sentimientos que en contenidos estrictamente políticos. Hijo de labradores, el secretario general de los populares gallegos es el típico hombre hecho a si mismo.

Romay es uno de los políticos más fieles a Fraga en los últimos 25 años. Con él ocupó la Subsecretaría del Ministerio de la Gobernación y fue quien propuso públicamente en 1989 la candidatura del fundador del PP a la presidencia de la Xunta. Proviene de una familia burguesa y sus adversarios políticos le vinculan al Opus De¡, relación que él siempre ha desmentido.

Ayer mismo dedicaba el siguiente piropo al presidente de la Xunta: "Fraga preside un Gobierno no como quien dirige un ministerio, sino como quien dirige una gran cruzada".