Diálogo en el pasillo

El promotor José Luis Pinto Fontán declinó ayer una vez más hacer declaraciones a EL PAÍS y utilizar su derecho de replicar a las informaciones publicadas en los últimos meses respecto a sus actividades empresariales. El diálogo entre EL PAÍS y el promotor se desarrolló en un tono amable y cortés minutos antes de que Pinto mantuviese un careo con las personas que le señalan como dueño de la empresa Aravaca-Somosaguas. Ésta fue la conversación:Pregunta. Usted ha cambiado de apellido en 1987. ¿Sería tan amable de explicar por qué?

Respuesta. Ahora no puedo hablar, no tengo ni saliva.
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El promotor José Luis Pinto Fontán declinó ayer una vez más hacer declaraciones a EL PAÍS y utilizar su derecho de replicar a las informaciones publicadas en los últimos meses respecto a sus actividades empresariales. El diálogo entre EL PAÍS y el promotor se desarrolló en un tono amable y cortés minutos antes de que Pinto mantuviese un careo con las personas que le señalan como dueño de la empresa Aravaca-Somosaguas. Ésta fue la conversación:Pregunta. Usted ha cambiado de apellido en 1987. ¿Sería tan amable de explicar por qué?

Respuesta. Ahora no puedo hablar, no tengo ni saliva.

P. Le espero y cuando termine el careo hablamos unos minutos. Está en su derecho de dar su versión. sobre este tema.

R. Si niego todo, no lo van a publicar. Además no voy a tener ánimo, comprenda que estoy afectado por esta situación. No tengo nada personal contra usted; al contrario, sé muchas cosas de su vida y la admiro.

P. Eso es imposible. ¿Quién le ha hablado de mí?

R. No se lo voy a decir. Yo la llamaré cuando lo considere oportuno.

P. ¿Cuándo va a ser eso?

R. A lo mejor antes de lo que usted se piensa. Casi sé su teléfono de memoria.