El Gobierno español culpa de la violencia en Moscú al disuelto Parlamento ruso

El Gobierno español achaca la responsabilidad del derramamiento de sangre en Moscú "casi enteramente al bando parlamentario" y confía en que los "inevitables corolarios" de la proclamación del estado de emergencia por el presidente ruso Boris Yeltsin sean medidas transitorias que se levanten el domingo. El jefe de la diplomacia española, Javier Solana, reiteró ayer su total apoyo al jefe de Estado ruso ante la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.

El Parlamento ruso es doblemente responsable de la violencia, según Solana, porque incumplió lo acordado en la negoci...

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El Gobierno español achaca la responsabilidad del derramamiento de sangre en Moscú "casi enteramente al bando parlamentario" y confía en que los "inevitables corolarios" de la proclamación del estado de emergencia por el presidente ruso Boris Yeltsin sean medidas transitorias que se levanten el domingo. El jefe de la diplomacia española, Javier Solana, reiteró ayer su total apoyo al jefe de Estado ruso ante la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.

El Parlamento ruso es doblemente responsable de la violencia, según Solana, porque incumplió lo acordado en la negociación con Yeltsin e instó a la insurrección popular. La represión desatada por el presidente ruso, que ha ilegalizado a algunas fuerzas políticas e impuesto la censura de prensa, es un indeseable pero inevitable efecto de la proclamación del estado de emergencia.Solana consideró positivo que se haya garantizado "la seguridad personal" de los dirigentes parlamentarios detenidos y que "la depuración de sus responsabilidades se haga con arreglo a la ley (...)". Atribuyó a España y a la CE en general parte del mérito de haber obtenido estas garantías.

Instó el ministro a Yeltsin a asegurarse que las elecciones legislativas que ha convocado para diciembre "se celebren rodeadas de todo tipo de garantías". También le animó a "recomponer y redefinir las relaciones entre el Gobierno central y las repúblicas, regiones y territorios" de su país. "No compartimos", recalcó, "ciertos análisis según los cuales las tensiones centrífugas en la Federación serían un elemento positivo para Occidente". Al contrario, exacerbarían "los demonios de un nacionalismo ruso agresivo".

La única voz discrepante con la tesis del ministro entre los grupos de oposición fue la del portavoz de Izquierda Unida, Ramón Espasa, que en tono mucho más moderado que el líder de su coalición, Julio Anguita, acusó a Yeltsin de "autoritarismo". Aseguró que en Rusia existían tres legitimidades -presidente, Parlamento y Tribunal Constitucional- y que, en vez de apostar por la primera Occidente tenía que haber fomentado el diálogo entre las instituciones.

Vestido con un pantalón de pana y una camisa deportiva en la que se había colocado una chapa con la palabra Rectificación, Anguita llegó casi a final de la reunión. Se sentó en el banquillo de la prensa, preguntó si había intervenido el portavoz de IU y cuando se le contestó que sí se marchó diciendo en voz alta: "Esto no hay quien lo aguante".

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Guinea Ecuatorial

La primera parte de la sesión estuvo dedicada a Guinea Ecuatorial. El portavoz del PP, Javier Rupérez, arremetió contra la cooperación francesa con la ex colonia española que, según denunció, Financia a una empresa privada (Asecna) que se dispone a interferir las emisiones para Guinea de Radio Exterior de España. Solana replicó que el servicio secreto militar español (Cesid) no confirmaba estas intenciones.

El Cesid también ha sido encargado, según reveló Solana, de investigar las filtraciones al diario El Mundo de documentos de Exteriores -auténticos y falsificados- sobre Guinea. Calificó lo sucedido de "minitraición" que dificulta aún más las relaciones de España con su ex colonia.

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