DETENCIONES BAJO INVESTIGACIÓN

La tortura de las apariencias

La muerte de dos presuntos etarras detenidos y los hematomas de un tercero alertaron sobre la posibilidad de malos tratos

El fallecimiento, la semana pasada, de dos presuntos etarras detenidos -uno por infarto y otro tras una caída desde la ventana de la comisaría- y la detección de 22 hematomas a una tercera, María José Lizarribar, resucito el fantasma de la tortura. Las apariencias jugaban contra el Ministerio del Interior. Ninguna investigación, hoy por hoy, acredita tales alarmas. EL PAÍS, consultando fuentes judiciales, policiales y numerosas diligencias, ha intentado reconstruir los hechos.DÍA 20

21.35 horas. María José Lizarribar, de 32 años, es detenida en su domicilio de Rentería por...

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El fallecimiento, la semana pasada, de dos presuntos etarras detenidos -uno por infarto y otro tras una caída desde la ventana de la comisaría- y la detección de 22 hematomas a una tercera, María José Lizarribar, resucito el fantasma de la tortura. Las apariencias jugaban contra el Ministerio del Interior. Ninguna investigación, hoy por hoy, acredita tales alarmas. EL PAÍS, consultando fuentes judiciales, policiales y numerosas diligencias, ha intentado reconstruir los hechos.DÍA 20

21.35 horas. María José Lizarribar, de 32 años, es detenida en su domicilio de Rentería por efectivos de la Guardia Civil. El Servicio de Información del instituto armado le sigue la pista desde agosto de 1991 como estrecha colaboradora del comando Donostia, abatido en un tiroteo.

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22 horas. Lizarribar ingresa en el cuartel de la Guardia Civil de Zumalacárregui, en San Sebastián. "Ofreció relativa resistencia al descender del vehículo policial, llegando al punto en que fue necesario hacerla descender con una cierta fuerza", según la versión facilitada por el ministro del Interior, José Luis Corcuera.

22.20 horas. Se avisa al médico del cuartel donostiarra para que observe a Lizarribar.

23.00 horas. El parte médico reza así: "Múltiples equimosis confluyentes en ambos brazos y en toda su parte interna, con coloración rojo-azul. Refiere que dichas lesiones son recientes y que tiene mala circulación, con tendencia a sufrir hemorragias cutáneas por traumatismos mínimos; por lo demás, presenta un estado aceptable". Un informe complementario es más explícito: "En el parte de asistencia médica que adjunto se refleja la existencia de múltiples equimosis (brazos, huecos poplíteos [cavidades existentes detrás de las articulaciones de brazos y piernas], cuya forma, coloración, etcétera, me hicieron sospechar que su etiología fuese patológica y no traumática".

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DÍA 21

Lizarribar es trasladada al cuartel de Tres Cantos, en Madrid. "En la exploración se aprecian numerosos hematomas antiguos y en distintas vías de resolución, y en su brazo derecho, dos del tamaño de una moneda de 25 pesetas, aproximadamente, recientes, en antebrazo izquierdo, a nivel de tercio medio, que pueden ser de sujeción; hematomas recientes en cara posterior ambas rodillas y antiguos en piernas; en cara lateral dorsal de pie izquierdo se aprecia otro derrame hemótico reciente.

Dados sus antecedentes, no es posible averiguar el agente causal y la fuerza que actuó en la producción de los derrames hemóticos, máxime teniendo en cuenta su afección hepática y sus consecuencias, ya que una mínima agresión sería suficiente para causársela". La detenida indica que en Madrid la trataron bien, pero que antes de ser trasladada le hicieron la bolsa (cubrirle la cabeza).

DÍA 22

Según el informe médico extendido cuando se encuentra en el cuartel de la Guardia Civil de Tres Cantos, María José Lizarribar "evoluciona favorablemente, se ha extendido en superficie los del dorso de pie izquierdo y cara posterior de ambas rodillas". El trato ha sido correcto, se añade.

DÍA 23

2.05 horas. Miren Gurutze Yanci, de 31 años, es detenida en Urnieta como presunta colaboradora de ETA.

2.30 horas. Yanci ingresa en el cuartel de Zumalacárregui de San Sebastián.

8.15 horas. Yanci sale del cuartel de Zumalacárregui con destino al de Tres Cantos.

14.30 horas. Yanci llega a Tres Cantos, donde sigue incomunicada. El médico que atiende a Lizarribar, presa en ese mismo cuartel madrileño, no aprecia modificaciones en su estado y refleja trato correcto.

2.05 horas. La joven B. E. G. descarga mercancías de su furgoneta Ebro, matrícula de Bilbao, en el autoservicio de su padre en Durango, Vizcaya. Un hombre cruza la calle Alluitz en dirección a Sasikoa. Es delgado, con ojos claros y cojea. Se llama Xabier Galparsoro. Ella sigue con su tarea. Al salir del establecimiento, comprueba asombrada ue el individuo se ha introducido en la furgoneta por la puerta trasera. "¿Pero qué haces aquí?", le espeta al intruso. El famélico sujeto, por toda respuesta se revuelve con una pistola, una Llama de 7,65 milímetros cargada con nueve balas. "Ven aquí", exclama. Ella huye aterrorizada y se refugia en el supermercado del padre, donde cierra con llave. Galparsoro se aleja del vehículo. Interrumpe su caminar para descansar en portales. El padre de la joven le sigue y le ve entrar en el bar Gorrotxa. Una patrulla municipal es avisada.

20.15 horas. Una forense ve a Yanci. "Auscultación cardiaca normal, apreciándose sibilancias [respiración con silbidos] y roncos en las bases pulmonares". Le diagnostica un "cuadro irritativo respiratorio".

20.30 horas. Un municipal entra en el bar Gorrotxa de Durango. Galparsoro, sentado en un taburete, recibe este saludo: "Levanta las manos y no te muevas o te doy con la porra". Al registrarlo, el agente nota que oculta una pistola. Le retira el arma. Cuando intenta ponerle grilletes, el sospechoso se revuelve. Ambos ruedan por el suelo. El presunto etarra se golpea con el posapiés en la cabeza. Total, hematoma en pómulo izquierdo, chinchón en la cabeza y rasguños. "Os vendrá un comando de ETA", amenaza el amoratado.

En el calabozo municipal, Galparsoro no deja de exhibir su militancia en ETA y apunta que si le sueltan inmediatamente, nadie se enteraría. Caso contrario, avisará a ETA para que les mate. Un municipal le afloja los grilletes, apretados en exceso. El detenido devuelve la gentileza. Embiste con la cabeza al municipal. Fuga frustrada. Leídos sus derechos, se abre una diligencia. Pide intérprete de euskera y médico.

21.30 horas. La policía conoce la detención de Galparsoro al ser requeridos sus antecedenes por los municipales.

21.45 horas. "Fueron requeridos mis servicios para atender a un detenido por la Policía Municipal. Después de explorarle, el informe es el siguiente: 'Síntomas de embriaguez, dos pequeños hematomas en paletilla izquierda, pequeño hematoma en ceja derecha", refleja la médica que ve a Galparsoro.

22 horas. A petición del detenido, la policía avisa al abogado Maki Esnaola, teléfono 28 38 11 de San Sebastián, llamada que registra un contestador.

23.45 horas. El detenido -con todo lo intervenido, incluida la pistola, unas 325.000 pesetas y unas llaves de vivienda- es entregado a dos miembros de Cuerpo Nacional de Policía por orden del juez Carlos Bueren, de la Audiencia Nacional. El magistrado, previamente ha recibido una petición en tal sentido de la policía, ya que "el filiado estaba siendo investigado para su localización y detención por los servicios de información de la Brigada Provincial de San Sebastián por su supuesta pertenencia a la banda armada, comoasí se deduce de las declaraciones y documentos intervenidos en relación con los detenidos Mikel Urkidi Ostolaza e Iván llarramendi Ortiz".

DÍA 24

0.30 horas. Llega a la Jefatura Superior de Policía de Bilbao el detenido, custodiado por dos agentes. Manifiestan que por vía fax los municipales enviarán las diligencias practicadas. Se produce una serie de gestiones para obtener diversos documentos de la Policía Municipal de Durango y de la Jefatura Superior de Policía de San Sebastián, que retrasa los trámites por problemas con el fax. Se extienden diligencias varias. Las llaves intervenidas al detenido portan la inscripción Canuto, nombre de la empresa utilizada para duplicarlas. Dicha firma tiene sede en Vitoria. "Como quiera que de las investigaciones practicadas se deduce que el ámbito de actuación del detenido se concreta principalmente en Álava, y lógicamente allí dispone de infraestructura, previa consulta y autorización de la autoridad judicial, se ordena por el jefe superior el traslado del detenido a Vitoria". Uno de los juegos de llaves que portaba permite descubrir la existencia de un piso franco en Vitoria, calle Argentina, número 26, cuya ocupante es detenida y luego puesta en libertad. Existe un segundo piso en Vitoria que la policía aún busca.

2.40 horas. "Cuando el detenido se encontraba en el archivo general de la Brigada Provincial de Información, a la espera de ser trasladado a Vitoria, custodiado por el comisario [Manuel Álvarez], inspector regional de servicios encargado de programar el servicio, quedó momentáneamente solo con el detenido a la espera de que acudieran los funcionarios encargados de materializar el mismo. Inopinadamente, el detenido, con ánimo de huir, se abalanzó sobre él, haciéndole perder el equilibrio y arrollándolo. Logró alcanzar la ventana de la habitación, distante cuatro metros, y que se encontraba con las correderas cerradas, y abriéndola saltó al vacío, sin duda ignorando la altura a la que se encontraba, precipitándose sobre la acera, donde quedó tendido".

Le atendieron policías hasta que, avisados, se presentaron los servicios de urgencia de DYA, que lo trasladaron al hospital Civil de Basurto. Desde la caída hasta su ingreso transcurrieron 10 minutos. En otros despachos se hallaban el comisario jefe de la brigada y media docena de agentes. Se avisa al juez. La habitación queda precintada hasta que el Gabinete de Policía Científica de esta jefatura levanta inspección ocular, con el correspondiente reportaje e informe. "La ventana derecha de la habitación presenta la persiana subida y su hoja derecha se encuentra parcialmente abierta. Enfrente del hueco de la ventana, y tirado en el suelo, se observa un álbum fotográfico y una bolsa de color azul. Seguidamente se procedió a realizar la localización de posibles huellas dactilares, dando como resultado el revelado de varias huellas sobre la lata de cerveza anteriormente referenciada [una Carlsberg empezada]. Asimismo reveló un huella dactilar sobre el marco de la ventana, que posteriormente fue desestimada por carecer de valor identificativo".

2.50 horas. Los estudios médicos acreditan en Galparsoro "triple factura craneal, hematoma subdural agudo, contusión craneal, hipertensión endocraneal y acuñamiento vertebral Ha presentado deterioro de su estado de conciencia, requiriendo intervención neuroquirúrgica urgente para evacuación de hematoma cerebral".

3.00 horas. Los máximos responsables del Ministerio del Interior son alertados del trágico suceso. José Luis Corcuera da rienda suelta a su cólera con expresiones tan irreproducibles como audibles por los vecinos.

3.15 horas. Se escucha una llamada del timbre de la celda de Yanci, en Tres Cantos. La detenida se pone en contacto telefónico con la forense de la Audiencia Nacional. Le explica que ha sentido un dolor en el esternón que ya le ha remitido y se siente mejor. Describe síntomas coincidentes con los apreciados por la médica en sus bases pulmonares. La forense le receta Mucorex, un descongestivo del aparato respiratorio, y le indica que avise si observa alguna anomalía.

4.00 horas. Yanci empeora. La Guardia Civil avisa a la forense y al médico del acuartelamiento. Dada la gravedad, es trasladada al centro de salud de Tres Cantos. Muere en los escasos minutos que duró el trayecto.

18.00 horas. Los dos inspectores del Servicio Central de Policía Científica y del Servicio Central de Policía Judicial desplazados a Bilbao por orden de la Dirección de la Policía realizan una inspección del lugar donde se han producido los hechos. Su llegada origina malestar en la plantilla bilbaína. Sus conclusiones apuntalan la versión de que el detenido no fue lanzado, sino que pretendía huir cuando cayó / saltó por la ventana. No hay signos de violencia. El médico que atiende a Lizarribar en el cuartel de Tres Cantos estima que "evoluciona bien de los derrames y erosiones".

DÍA 25

9.00 horas. El juez Bueren empieza a tomar declaración a cinco detenidos. Al ver el aspecto de Lizarribar ordena fotografiar su cuerpo para cotejar los 22 hematomas que presenta con los detectados hora y media después de su detención. La denuncia de malos tratos es generalizada. Lizarribar vincula los hematomas al maltrato de los guardias en San Sebastián. Sin embargo, oficialmente ninguno de los detenidos fue interrogado allí. Ante la alarma suscitada por la muerte de Yanci y la caída de Galparsoro, el juez ordena a la Guardia Civil que le entregue a los otros nueve detenidos que permanecían en el cuartel de Tres Cantos, aunque no habían concluido los interrogatorios. La inquietud es máxima en el Gobierno.

3.00 horas. Bueren concluye los interrogatorios. Unos detenidos quedan en libertad y otros ingresan en prisión, como Lizarribar. En prisión se le hace un nuevo reconocimiento médico. Su estado, pese a los 22 hematomas, no es considerado grave, y por ello no es hospitalizada. Ocupa una celda normal.

DÍA 26

Muere Galparsoro en el hospital.

DÍA 28

10.00 horas. "Créanme si les digo que en pocas ocasiones he sentido como en esta ocasión la necesidad imperiosa de dirigirme a los ciudadanos españoles". Así inicia Corcuera su relato en el Parlamento de esta torturante semana. El ministro no ha dormido. Ha consumido toda la noche en la lectura y discusión de sendos informes sobre las investigaciones internas sobre estos hechos entregados por los directores de la Policía y la Guardia Civil, Carlos Conde-Duque y Luis Roldán.

DÍA 29

10.00 horas. "He recibido una buena noticia que no puedo daros", apunta Corcuera tras saber que la autopsia confirma la muerte de Yanci por un trombo producido tres o cuatro días antes de su detención.

DÍA 1

El Juzgado número 2 de Colmenar Viejo confirma que la muerte de Yanci se produjo por la "trombosis oclusiva de la arteria coronaria descendente anterior, que daría lugar a una isquemia miocárdica aguda, y ésta, a una fibrilación ventricular, con la consiguiente muerte súbita".

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