El textil quiere bloquear la Ronda Uruguay si no garantiza el libre comercio

Las empresas textiles quieren que la Comunidad Europea adopte una postura de fuerza en defensa de esta industria en la recta final de las negociaciones de la Ronda Uruguay, el gran acuerdo comercial que se está negociando en el marco del GATT. Los presidentes de la patronal europea y española se preguntan si Europa "será capaz de bloquear la Ronda Uruguay si ésta no garantiza la total apertura de fronteras por los países exportadores, de forma que se garantice el libre comercio".

El presidente de la organización europea Comitextil, el español Juan Antonio Sanfeliu, y el presidente del C...

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Las empresas textiles quieren que la Comunidad Europea adopte una postura de fuerza en defensa de esta industria en la recta final de las negociaciones de la Ronda Uruguay, el gran acuerdo comercial que se está negociando en el marco del GATT. Los presidentes de la patronal europea y española se preguntan si Europa "será capaz de bloquear la Ronda Uruguay si ésta no garantiza la total apertura de fronteras por los países exportadores, de forma que se garantice el libre comercio".

El presidente de la organización europea Comitextil, el español Juan Antonio Sanfeliu, y el presidente del Consejo Intertextil Español, Jaume Valls, expresaron en un encuentro con la prensa su preocupación por la posibilidad de que este sector "sea utilizado como moneda de cambio en las negociaciones del GATT". El informe Dunkel, documento que puso las bases de las negociaciones de la Ronda Uruguay, sugería la conveniencia de que sectores como el textil fueran utilizados para promover el desarrollo económico de los países terceros, de forma que se acabara con los acuerdos proteccionistas.Esta tesis viene a predecir el fin a medio plazo de la industria textil europea, algo que los industriales consideran "un error" especialmente en. estos tiempos de altísimos índices de paro en Europa. "El textil emplea aún en Europa a tres millones de personas, 300.000 de ellas en España", señalan Valls y Sanfeliu.

Los industriales españoles han expresado su preocupación por lo que consideran "escaso interés" del Ministerio de Industria por los, problemas del sector. Un desinterés que ilustran con las dificultades que el ministro Juan Manuel Eguiagaray está atravesando para conseguir "un hueco en su agenda" y recibir a los empresarios españoles antes del consejo de ministros de Industria que los Doce celebrarán el 15 de noviembre para preparar el tramo final de las negociaciones del GATT, entre otros asuntos. Por el contrario, alaban la actitud receptiva del nuevo ministro de Comercio, Gómez Navarro.

Comitextil ha hecho suya una vieja propuesta de su rama española, al pedir a los miembros de la Comunidad que estudien una profunda reforma fiscal que tienda a sustituir las cargas sociales que recaen sobre la actividad empresarial y sustituirla por impuestos indirectos al consumo. Según cálculos de los industriales españoles, un aumento de ocho puntos del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) permitiría eliminar las cuotas a la Seguridad Social. "Eso nos daría margen para reducir el precio de venta al mayor, por lo que el precio de venta al público no aumentaría y no se generaría inflación, al tiempo que la reducción de costes nos haría más competitivos para exportar", explican. "En cualquier caso", matizan, "no se trata de aumentar inmediatamente ocho puntos de IVA, sino ir haciéndolo de forma gradual en el tiernpo". Otra de las propuestas de los industriales, a nivel español, son: menor coste del dinero y de la energía, mejora de la fiscalidad patrimonial, flexibilidad del mercado laboral, etcétera.

En lo que se refiere a las negociaciones de la Ronda Uruguay, el textil exige que la Comunidad no acepte el acuerdo si no obtiene garantías de que los países exportadores abrirán sus mercados: "Querernos unas reglas de comercio y de acceso a los mercados iguales para todo el mundo", advierten. Los empresarios demandan también que la CE cree un cuerpo especialista de aduanas para controlar la penetración fraudulenta de prendas de los países terceros, y muy especialmente desde China, Pakistán, Vietnam, la India, etcétera.

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