En pie de guerra

El 68 mexicano, que concluyó con la matanza de Tlatelolco, tiene su origen en diferentes revueltas estudiantiles en la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde el 22 de julio de aquel año los disturbios se suceden en el campus.Los saltos y los choques alcanzan cada vez más virulencia. Un Comité Nacional de Huelga (CNH) declara que 150.000 estudiantes están en rebeldía y presenta una plataforma de reivindicaciones entre las que establece la solicitud de autonomía universitaria. La lucha, según los huelguistas, sobrepasa lo estudiantil.

Hay manifestaciones masivas por las calles de ...

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El 68 mexicano, que concluyó con la matanza de Tlatelolco, tiene su origen en diferentes revueltas estudiantiles en la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde el 22 de julio de aquel año los disturbios se suceden en el campus.Los saltos y los choques alcanzan cada vez más virulencia. Un Comité Nacional de Huelga (CNH) declara que 150.000 estudiantes están en rebeldía y presenta una plataforma de reivindicaciones entre las que establece la solicitud de autonomía universitaria. La lucha, según los huelguistas, sobrepasa lo estudiantil.

Hay manifestaciones masivas por las calles de la capital y el presidente Gustavo Díaz-Ordaz anuncia al país que está dispuesto a ceder a las reivindicaciones de los estudiantes, entre las que también figura la libertad de los compañeros presos por los disturbios. Parece que se va a producir el acuerdo cuando el Ejército decide ocupar la ciudad universitaria. Es el 18 de septiembre y son detenidas500 personas. La ira pone en pie de guerra a los estudiantes. Hay muertos, heridos y detenciones. El 2 de octubre es convocado un gigantesco mitin de protesta en la plaza de las Tres Culturas o de Tlatelolco.

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Al mitin asisten 15.000 personas. Un helicóptero lanza una bengala cuando todo el mundo está en la plaza. Un disparo desde un edificio alcanza, sin matarle, al general José Hernández Toledo.

La represión es inmediata por un Ejército y una policía aue tenían rodeado el recinto. La lucha es encarnizada. Lo milagroso es escapar de una plaza sitiada. Hay gente que muere de disparos y otra de bayonetazos. 1.500 detenidos son llevados a un campamento militar. Muchos desaparecen ese día. Tlatelolco es un reguero de sangre. El Gobierno reconoce 30 muertos, pero las agencias extranjeras de noticias lanzan más de 300. Un manto de silencio hace desaparecer Tlatelolco de la historia de México. El miedo ha durado 25 años.

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