El presupuesto francés para 1994 se basa en la reducción del gasto público y de la presión fiscal directa

El Consejo de Ministros francés aprobó ayer el proyecto de presupuestos del Estado para 1994. La reducción del gasto público y la aligeración de la presión fiscal directa sobre los hogares son los grandes ejes de ese proyecto, según informó el portavoz gubernamental, Nicolas Sarkozy. El Gobierno de centro-derecha de Edouard Balladur ha apostado por una ligera recuperación de la actividad económica. El crecimiento del PIB francés, según el proyecto, será del 1,4% en 1994. El año en curso será de recesión, con un descenso del PIB del 0,8%.En los últimos años, el gasto público francés tendía a au...

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El Consejo de Ministros francés aprobó ayer el proyecto de presupuestos del Estado para 1994. La reducción del gasto público y la aligeración de la presión fiscal directa sobre los hogares son los grandes ejes de ese proyecto, según informó el portavoz gubernamental, Nicolas Sarkozy. El Gobierno de centro-derecha de Edouard Balladur ha apostado por una ligera recuperación de la actividad económica. El crecimiento del PIB francés, según el proyecto, será del 1,4% en 1994. El año en curso será de recesión, con un descenso del PIB del 0,8%.En los últimos años, el gasto público francés tendía a aumentar a un ritmo del 5% anual, pero en 1994 lo hará a un 1,1 %, la mitad de la inflación del 2,2% prevista para ese año. Sarkozy confirmó que el Gobierno de Balladur sigue considerando que su objetivo principal es la lucha contra el déficit de las administraciones públicas, pero añadió que a esa misión deben añadírsele otras dos: la ayuda a la recuperación del consumo y de la actividad económica a través de la reforma del impuesto sobre la renta, y el mantenimiento de las tareas esenciales del Estado.

El déficit presupuestario francés alcanzará a finales de este año un total de 317.000 millones de francos (unos 6,4 billones de pesetas), lo que representa un 4,4% del PIB. Con los ahorros previstos en los presupuestos de 1994, ese déficit alcanzará a finales del próximo año los 299.700 millones de francos, es decir, un 4% del PIB.

Las empresas francesas, muy mimadas por el Gobierno de Balladur, no reciben ningún regalo particular en el proyecto de presupuestos aprobado ayer. En cambio, los hogares, sancionados desde el pasado abril por la subida de la Contribución Social Generalizada (CGS), el aumento de impuestos indirectos y los recortes en el seguro de desempleo, las pensiones de jubilación y las prestaciones médicas, se benefician de la anunciada disminución de la presión fiscal.

Menos recaudación

El Estado acepta dejar de recaudar 19.000 millones de francos en 1994 en concepto de impuesto sobre la renta, lo que representa una disminución del 6% en relación al año en curso. De esta aligeración de la presión fiscal se benefician todos los franceses excepto los de rentas muy elevadas. La reducción será como mínimo del 3% para el 90% de los contribuyentes. El 44% de ellos, los de rentas más bajas, se verán aliviados en al menos un 10%. Las familias de clase media serán las grandes ganadores de esta medida.Al aligerar en 19.000 millones de francos el impuesto sobre la renta, el Gobierno pretende relanzar el consumo privado y, en consecuencia, la actividad económica.

Se adoptarán medidas para deshinchar el "ahorro improductivo", en particular los llamados "sicav monetarios", cuya fiscalidad aumentará.

La gran mayoría de los ministerios resultan afectados por la reducción de gastos. Interior, Justicia, Educación y Asuntos Sociales y Sanidad son los mimados. El presupuesto de Interior progresa en un 3,7%; el de Justicia en un 4,1 %; el de Asuntos Sociales y Sanidad en un 4,3% y el de Educación en un 4,3%.

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