Todos los núcleos del sureste han recortado los gastos festivos

Las rebajas, aunque en septiembre, han llegado a las fiestas populares de los pueblos del sureste de Madrid. Los recortes han sido drásticos y todos los municipios apelan a la alegría y buen humor de los vecinos.

Los alcaldes incluso lo anuncian en los saludos de los programas de fiestas: "Ha habido que apretarse el cinturón", afirma Rafael Cerquera, alcalde socialista de Mejorada del Campo (14.000 habitantes), cuyas fiestas comienzan hoy mismo. Los presupuestos están hechos "con esfuerzo e imaginación", dice Julio Gómez, alcalde por IU de Arganda del Rey (26.000 habitantes, donde e...

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Las rebajas, aunque en septiembre, han llegado a las fiestas populares de los pueblos del sureste de Madrid. Los recortes han sido drásticos y todos los municipios apelan a la alegría y buen humor de los vecinos.

Los alcaldes incluso lo anuncian en los saludos de los programas de fiestas: "Ha habido que apretarse el cinturón", afirma Rafael Cerquera, alcalde socialista de Mejorada del Campo (14.000 habitantes), cuyas fiestas comienzan hoy mismo. Los presupuestos están hechos "con esfuerzo e imaginación", dice Julio Gómez, alcalde por IU de Arganda del Rey (26.000 habitantes, donde están realizándose los últimos actos festivos).

En muchos casos se ha mantenido el presupuesto del año pasado, prorrogando los del 1993, como en Arganda, donde se dedican 88 millones de pesetas con el ánimo de "no pasamos una peseta", o Velilla de San Antonio (2.500 habitantes, cuyas fiestas son la próxima semana) que repite el presupuesto de 15 millones.

La reducción en Mejorada del Campo alcanza el 50%, convirtiendo los 47 millones de 1992 en 26 millones, y en San Martín de la Vega (6.600 habitantes; fiestas durante la primera semana de septiembre) los 13 millones destinados en 1992 este año han bajado a ocho millones.

Con estas cantidades se pueden contratar pocas figuras con caché. Así, en muchos de estos núcleos se ha cambiado el nombre de un artista por el de una orquesta. En Arganda ya no hubo este año ningún Serrat, como la pasada edición. Tampoco hubo actuaciones de Seguridad Social o de Joaquín Sabina, que convocó a cientos de ciudadanos. En su lugar, se contrata el buen hacer de Monty el Loco que provoca el desencanto de los jóvenes pero evita atascos por las noches en las carreteras con el trasiego de un pueblo a otro.

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