Japon aprueba un plan de 7,2 billones pesetas para reactivar su economía

El Gobierno japonés, seriamente preocupado por el mantenido incremento de su gigantesco superávit comercial y la negativa evolución de los principales indicadores, aprobó ayer un nuevo paquete de medidas que requiere una ampliación presupuestaria de 57.000 millones de dólares (unos 7,2 billones de pesetas). El objetivo de este nuevo empujón es impulsar el crecimiento económico, que apenas llega a los dos puntos de acuerdo con los últimos recuentos trimestrales, y que los ciudadanos se beneficien de la apreciación del yen.

La ampliación decidida por el gabinete del primer ministro, Morih...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno japonés, seriamente preocupado por el mantenido incremento de su gigantesco superávit comercial y la negativa evolución de los principales indicadores, aprobó ayer un nuevo paquete de medidas que requiere una ampliación presupuestaria de 57.000 millones de dólares (unos 7,2 billones de pesetas). El objetivo de este nuevo empujón es impulsar el crecimiento económico, que apenas llega a los dos puntos de acuerdo con los últimos recuentos trimestrales, y que los ciudadanos se beneficien de la apreciación del yen.

La ampliación decidida por el gabinete del primer ministro, Morihiro Hosokawa, que no establece una reducción del impuesto sobre la renta y pretende aligerar trabas burocráticas, se suma a los 124.000 millones de dólares (unos 15,8 billones de pesetas) aprobados el pasado mes de abril por el Ejecutivo saliente.El paquete publicado ayer será utilizado fundamentalmente en la mejora de infraestructura, la ayuda a la pequeña empresa para que remonte la situación sin recurrir a los despidos, la expansión del crédito público para adquirir unas 100.000 nuevas viviendas y en aumentar la calidad de vida de los japoneses, quienes lamentan que su existencia diaria no se corresponda con el poderío financiero del país.

Un total de 270.000 millones de yenes (aproximadamente 351.000 millones de pesetas) volverán a sus bolsillos de una forma u otra, según los promotores de las medidas. En este sentido se habilitarán nuevas comunidades para ancianos e impedidos físicos, se promoverán escuelas y mejores redes de transporte.

El primer ministro reconoció que la situación económica, contrariamente a los optimistas informes de algunos departamentos gubernamentales, podría empeorar en el presente ejercicio fiscal. Esta fúnebre predicción, junto con otras razones de carácter político, aconsejó la rápida implementación del programa.

La nueva medida parece decidida, como nunca antes, a favorecer al ciudadano medio. Se promoverá el consumo interno con rebajas en las comunicaciones telefónicas, facturas eléctricas y de gas ciudad y la reducción de impuestos a las familias con hijos pequeños a fin de cumplir con una de las promesas del nuevo gobierno de coalición. Se ha anunciado también una progresiva desregularización de la economía.

Grenffrev Baker, analista de Baring Securities, cree que el hundimiento de la economía japonesa no ha terminado y en ello coinciden muchos empresarios nipones, cuyo nivel de confianza en la recuperación es el más bajo en 18 años. Otros expertos esperan nuevas presiones de EE UU para equilibrar la balanza comercial, favorable a Tokio.Varios expertos anticiparon que el anuncio efectuado por el Gobierno de Hosokawa no tranquilizará a Washington. La fuerte apreciación del yen, que encarece las exportaciones japonesas en dólares mientras reduce el valor de sus importaciones, está disparando el excedente con el mundo, que este año superará los 150.000 millones de dólares (unos 19,2 billones de pesetas).

Archivado En