Un buque italiano llega a Valencia con dos polizones palestinos

Tras 77 días de travesía, el buque de bandera italiana Cielo di Amalfi atracó ayer en el puerto de Valencia con una insólita carga: dos jóvenes polizones palestinos que se niegan a ser desembarcados en España y sólo quieren ir a EE UU. "Si no es allí, me da igual la cárcel", dijo uno de ellos, a sabiendas de que el carguero zarpa hoy para Italia, su destino final. "Es el mundo al revés", dijo un oficial del buque.

Los polizones -uno menor de edad- han sido rechazados en cada una de las escalas que ha efectuado el carguero: Venezuela, Panamá -donde protagonizaron una huelga de...

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Tras 77 días de travesía, el buque de bandera italiana Cielo di Amalfi atracó ayer en el puerto de Valencia con una insólita carga: dos jóvenes polizones palestinos que se niegan a ser desembarcados en España y sólo quieren ir a EE UU. "Si no es allí, me da igual la cárcel", dijo uno de ellos, a sabiendas de que el carguero zarpa hoy para Italia, su destino final. "Es el mundo al revés", dijo un oficial del buque.

Los polizones -uno menor de edad- han sido rechazados en cada una de las escalas que ha efectuado el carguero: Venezuela, Panamá -donde protagonizaron una huelga de hambre- y EE UU. Ambos carecen de documentación, aunque dicen llamarse Abdelatif Hasou y Ahmed Boudenu, y tener 17 y 18 años, respectivamente.

Según su testimonio, nacieron en un campamento de refugiados de Belén (Israel), del que huyeron a los 15 años rumbo a Europa. Tres años después, decidieron abandonar el polvo de los caminos y embarcarse como polizones hacia EE UU. En Livorno, pertrechados con siete botellas de agua y varios pasteles, se metieron el pasado 27 de junio en el Cielo di Amalfi. A los siete días fueron descubiertos.

Durante la travesía, según la tripulación, se les ha dispensado un buen trato. Los jóvenes no lo negaron. Aunque encerrados bajo llave, disponen de radio, lectura y juegos de mesa. Tres veces al día se les baja al comedor. Su salud es buena.

Ahmed y Abdelatif miraban ayer desganados por el ojo de buey de su camarote. Fuera, la policía vigilaba para evitar su fuga. Ellos, dentro, ni lo pensaban. Los oficiales italianos señalaron que han solicitado a España su acogida. Un portavoz policial negó este extremo.

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