Reportaje:

Cursos de capitalismo en China

Los funcionarios del gigante asiático adaptan sus mentes a la modernización oficial

Más de cinco millones de funcionarios chinos matriculados en las escuelas de capitalismo establecidas por el Partido Comunista de China (PCCh) estudian las diferencias entre un sinvergüenza y el capital de explotación, y porfían animadamente sobre el dicho de que un solo banco no podría crear dinero, mientras el sistema de todos ellos sí, ya que o bien existe un único banco, y entonces es la totalidad del sistema bancario y puede crear dinero, o bien existen múltiples bancos, y entonces no tiene sentido decir que lo que es verdadero para cada componente no lo es para el total, y que el sis...

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Más de cinco millones de funcionarios chinos matriculados en las escuelas de capitalismo establecidas por el Partido Comunista de China (PCCh) estudian las diferencias entre un sinvergüenza y el capital de explotación, y porfían animadamente sobre el dicho de que un solo banco no podría crear dinero, mientras el sistema de todos ellos sí, ya que o bien existe un único banco, y entonces es la totalidad del sistema bancario y puede crear dinero, o bien existen múltiples bancos, y entonces no tiene sentido decir que lo que es verdadero para cada componente no lo es para el total, y que el sistema bancario en su conjunto puede hacer lo que resulta imposible para cada banco aislado: puede efectuarse un volumen de inversión muy superior al metálico que recibe.El entusiasmo por conocer el oficio es grande en toda China y no hay complejidad que desanime al educando; pero toda explicación debe sazonarse con las "características chinas" desarrolladas con éxito por Deng Xiaoping para dar de comer a 1.200 millones de compatriotas. Aunque como adorno se acepte la teoría francesa "Qu'est-ce que le capital?", quien adultere la definición de empresa acuñada por el anciano maestro puede sufrir arrinconamiento esposado al Libro Rojo de Mao. Y lo hará de rodillas mientras un émulo repasa, voz en alto, las reflexiones más sobresalientes de Thomas Robert Malthus sobre la castidad y el celibato como remedio a la superpoblación.

El despacho de la agencia oficial de noticias Xinhua que informa sobre el número de alumnos subraya que "los programas de entrenamiento abundan sobre la tesis de Deng Xiaoping de construir un socialismo con características chinas". Algunas de ellas, todavía en proceso de maduración, imitan la práctica de un presidente cubano al que apodaron "tiburón". "Se moja, pero salpica", explicaban en la isla. Bienvenidos los ricos y los corruptos cuando reparten ganancias y botín, y no amenazan la autoridad política. "Las discusiones", agrega la agencia, "se centran en el establecimiento de un socialismo de economía de mercado y las vías para resolver los problemas y contradicciones de la economía nacional". Expertos de Hong Kong, residencia de los escualos más admirados por el partido, participan en los, cursos para impartir un curso de malicia entre el alumnado novicio y recordar a todos que uno de los pilares del sistema de mercado es la dentellada en el descuido. Partiendo de esa premisa, exponen sus conocimientos sobre mercados financieros, comercio, sector inmobiliario, planificación urbana, sistemas fiscales y administración general.

Zang Xiaowi, sociólogo del Instituto de Economía Política del Sureste Asiático, de Singapur, destaca que, al haberse incorporado activamente al proceso numerosos intelectuales, "la cualificación de los hombres de negocios chinos mejorará significativamente y, por tanto, se beneficiará directamente al conjunto de la economía". Su presencia en los cursos de capitalismo es, sin embargo, minoritaria porque existe todavía la creencia de que son gentes dadas al enredo y a preguntar mucho en las aulas.

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