Valencia, no Sevilla
Sin querer dar muestras de chovinismo, regionalismo ni ningún otro ismo, desearía corregir un dato que aparece en su editorial de fecha 13 de agosto, donde atribuye a Sevilla ser la tercera población del Estado.Aunque no tiene demasiada importancia dentro del contexto del citado editorial (la grave situación de Sevilla respecto al abastecimiento de aguas), sí que demuestra el poco peso, ya informativo, ya publicitario, de Valencia, sobre todo después del dichoso 1992, que para nosotros ha pasado como los americanos por Villar del Río, sin pararse.
Porque si enciclopedias, censos y estad...
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Sin querer dar muestras de chovinismo, regionalismo ni ningún otro ismo, desearía corregir un dato que aparece en su editorial de fecha 13 de agosto, donde atribuye a Sevilla ser la tercera población del Estado.Aunque no tiene demasiada importancia dentro del contexto del citado editorial (la grave situación de Sevilla respecto al abastecimiento de aguas), sí que demuestra el poco peso, ya informativo, ya publicitario, de Valencia, sobre todo después del dichoso 1992, que para nosotros ha pasado como los americanos por Villar del Río, sin pararse.
Porque si enciclopedias, censos y estadísticas no fallan, Valencia continúa siendo (y con diferencia) la tercera población de España. Tanto como provincia, como área metropolitana (Valencia y sus ciudades-dormitorio acogen a más de 1.300.000 almas), como a nivel de ciudad (780.000 habitantes según el último censo). Tampoco a nivel económico hay otra ciudad que supere a Valencia (a excepción de Barcelona y Madrid).
Otra cosa diferente es que no tenemos una proyección turística ni Exposición Universal ni presidentes del Gobierno, pero sí una economía, tanto industrial como de servicios, bastante superior y unas infraestructuras muy por encima de la media (una red de metro excelente, unas carreteras y urbanización de la ciudad cada día mejor, etcétera), tal vez nos fallan las relaciones públicas y nos sobra la miopía de medios centralistas como EL PAÍS, que ni se informan cuando escriben editoriales.-