Albert Lancry,

un ciudadano norteamericano de 57 años, ha sido condenado a dejar de fumar o a ir a la cárcel en su defecto. Lancry fue denunciado en 1991, tras agredir a una azafata que estaba intentando prohibirle fumar en los pasillos del avión y sobre el asiento de un miembro de la tripulación.Ahora, el juez George White ha ordenado que Lancry no encienda un cigarrillo durante cuatro años. De lo contrario, tendrá que cumplir una pena de seis meses de prisión. "En tanto que antiguo fumador, sé hasta qué punto puede ser duro este castigo", ha declarado el juez, que además ha prohibido a Lancry tomar ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

un ciudadano norteamericano de 57 años, ha sido condenado a dejar de fumar o a ir a la cárcel en su defecto. Lancry fue denunciado en 1991, tras agredir a una azafata que estaba intentando prohibirle fumar en los pasillos del avión y sobre el asiento de un miembro de la tripulación.Ahora, el juez George White ha ordenado que Lancry no encienda un cigarrillo durante cuatro años. De lo contrario, tendrá que cumplir una pena de seis meses de prisión. "En tanto que antiguo fumador, sé hasta qué punto puede ser duro este castigo", ha declarado el juez, que además ha prohibido a Lancry tomar alcohol y le ha impuesto una multa de 1.500 dólares (algo más de 200.000 pesetas).

El abogado del condenado trató de explicar durante el juicio que su cliente "no tenía las ideas claras cuando agredió a la azafata", porque, según alegó, "es diabético y no había comido nada durante horas". Lancry aseguró ante el juez que sólo fuma cinco o seis cigarrillos al día y que hace años que no toma alcohol.-

Archivado En