La precipitación de los bomberos provocó una caída durante un rescate

El responsable municipal de Seguridad y alcalde en funciones desde ayer, Carlos López Collado, reconoce que pudo darse "cierta precipitación, pero no negligencia", en la actuación de los bomberos municipales durante el rescate del antenista José Cesáreo Salvador, de 35 años, ocurrido el pasado 27 de julio en un edificio de 22 pisos del paseo de la Castellana.El concejal se basa en un informe que le presentó ayer un responsable del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento. La identidad de los dos bomberos, del parque de Tetuán, no se ha facilitado. El trabajador permanece en la UVI desde que sufrió ...

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El responsable municipal de Seguridad y alcalde en funciones desde ayer, Carlos López Collado, reconoce que pudo darse "cierta precipitación, pero no negligencia", en la actuación de los bomberos municipales durante el rescate del antenista José Cesáreo Salvador, de 35 años, ocurrido el pasado 27 de julio en un edificio de 22 pisos del paseo de la Castellana.El concejal se basa en un informe que le presentó ayer un responsable del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento. La identidad de los dos bomberos, del parque de Tetuán, no se ha facilitado. El trabajador permanece en la UVI desde que sufrió el accidente, y su estado es grave.

López Collado cree que "no puede hablarse de negligencia, sino más bien de un rescate frustrado. Según el informe, lo que pasó es que el nudo de la cuerda con la que los bomberos aseguraron al antenista se deshizo. Fue un accidente dentro de otro". El concejal terminó por reconocer. que "el nudo no estaba bien hecho, debido a la rapidez con que se ejecutó la maniobra, o quizá al nerviosismo de los bomberos".

Por último, el concejal de Seguridad rechazó tajantemente que a los dos bomberos se les vaya a abrir un expediente. "Eso sería reconocer la negligencia".

José Cesáreo Salvador quedó colgando de un mástil de 25 metros que intentaba desmontar de la azotea del edificio Cuzco IV. Los dos bomberos se descolgaron y usaron sus cuerdas para asegurarle, pero cuando liberaron el cabo sujeto al arnés (peto de seguridad) que vestía, el antenista cayó a una terraza situada seis metros más abajo.

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