La beca del paisaje vuelve El Paular

El monasterio de El Paular, situado en el término madrileño de Rascafría (1.300 habitantes), ha recuperado este año parte de su historia al establecerse como centro de actividades artísticas y realizarse el primer curso de grabado para alumnos de las Escuelas de Artes Aplicadas. Se recupera así la llamada beca de El Paular, que disfrutaron, entre otros, los pintores Lucio Muñoz, Juan Genovés o Esteve Botey.El Paular fue, desde finales del siglo pasado y a principios de éste, un centro de trabajo y veraneo para los intelectuales y artistas de la época; primero, los de la Institución Libre de En...

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El monasterio de El Paular, situado en el término madrileño de Rascafría (1.300 habitantes), ha recuperado este año parte de su historia al establecerse como centro de actividades artísticas y realizarse el primer curso de grabado para alumnos de las Escuelas de Artes Aplicadas. Se recupera así la llamada beca de El Paular, que disfrutaron, entre otros, los pintores Lucio Muñoz, Juan Genovés o Esteve Botey.El Paular fue, desde finales del siglo pasado y a principios de éste, un centro de trabajo y veraneo para los intelectuales y artistas de la época; primero, los de la Institución Libre de Enseñanza, y después los de la II República, tomaron el monasterio como lugar predilecto de descanso y meditación. Un decreto publicado precisamente el 18 de julio de 1936 consagró este lugar como centro de enseñanzas artísticas; la fecha hizo imposible que esta idea se llevase a cabo.

La semana pasada se celebró en El Paular la vuelta de la beca del paisaje, cuando se cumple su 75 aniversario, con el apoyo del Parque Natural del Peñalara, de la Agencia de Medio Ambiente y la Fundación FIDA. Asistieron al acto, entre otros, Luis Maestre, director de la Agencia; Rosa Garcerán, decana de la Facultad de Bellas Artes; Antonio Sáenz de Miera, presidente de la Fundación Amigos del Guadarrama, y María Luisa Esteban Drake, directora del curso.

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