Pujol asegura que sigue sin fiarse de quienes le elogian

El presidente de la Generalitat y de Convergència Democrática de Catalunya (CDC), Jordi Pujol, afirmó ayer en la clausura de la IV Escuela de Verano del partido, celebrada en Lloret de Mar (Gerona), que CiU ha hecho "un gran acto de responsabilidad" votando favorablemente la investidura de Felipe González como presidente del Gobierno. Pujol elogió el discurso de investidura de González, del que dijo que "se acercó bastante a lo que es el programa de CiU", pero advirtió que no está dispuesto a "pagar los platos rotos", como ocurrió, según él, tras el golpe de Estado del 23-F.Pujol aclaró que su...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El presidente de la Generalitat y de Convergència Democrática de Catalunya (CDC), Jordi Pujol, afirmó ayer en la clausura de la IV Escuela de Verano del partido, celebrada en Lloret de Mar (Gerona), que CiU ha hecho "un gran acto de responsabilidad" votando favorablemente la investidura de Felipe González como presidente del Gobierno. Pujol elogió el discurso de investidura de González, del que dijo que "se acercó bastante a lo que es el programa de CiU", pero advirtió que no está dispuesto a "pagar los platos rotos", como ocurrió, según él, tras el golpe de Estado del 23-F.Pujol aclaró que sus temores están fundados en que quienes entonces le felicitaron por su comportamiento en aquellas difíciles circunstancias fueron los mismos -en alusión a centristas y socialistas- que luego participaron en la elaboración de la Ley Orgánica para la Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), que suponía un recorte de las competencias de las autonomías.

El presidente de CDC dijo que la coalición que representa ha tenido siempre una intervención "muy positiva" con relación al conjunto de España y al Gobierno -mencionó, además del 23-F, el apoyo al Ejecutivo durante la huelga general del 14-D de 1988 y su participación en la elaboración de la Constitución-, y se apresuró a añadir que, a cambio de todo ello, recibieron "muy poca cosa". "Hemos sido objeto de campañas de descalificación, de desestabilización y de un recorte sistemático del Estatuto", dijo.

Según Pujol, los mismos artífices de esas campañas son quienes ahora presentan a los nacionalistas "como los salvadores del país". "Son los que nos calificaban de rurales y folclóricos los que ahora nos dicen que somos los únicos que podemos aportar la modernidad".

El interés del Estado

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Pese al duro tono empleado, Pujol se extendió en explicar a los militantes, que abarrotaban la sala, su voto a favor de la investidura como muestra de que CIU está dispuesta a poner sus fuerzas "a disposición del interés general del Estado". "¿Acaso esto no es decidir?", se preguntó en alusión a quienes le critican que no sea consecuente con el lema de la campaña electoral, "Ara, decidirem". Para demostrar su reticencia ante las intenciones socialistas, el líder de CiU señaló, refiriéndose al "cambio de tono" de González: "No se hubiera producido si hubiera pensado que podía disponer de nosotros sin más".

El presidente de CDC no quiso opinar sobre la decisión del PNV de no aceptar la entrada en el Gobierno. "No opiné antes y tampoco lo haré ahora", dijo. El consejero de Economía, Macià Alavedra, afirmó que la postura del PNV es muy similar a la de CIU.

El consejero replicó también a unas declaraciones del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, que en una entrevista publicada ayer por La Vanguardia ofrecía la posibilidad de abrir el Gobierno municipal a los nacionalistas. Alavedra atribuyó las declaraciones a una supuesta obsesión del alcalde por "salir en la prensa", en alusión a propuestas anteriores, como la del traslado del Senado a Barcelona o la celebración de sesiones del Parlamento catalán con carácter itinerante.

Archivado En