Iberia acumuló unas pérdidas de 24.500 millones hasta mayo sin contar sus participaciones extranjeras

El ejercicio de 1993 no ha cambiado la faz de Iberia. En los cinco primeros meses de este año -los considerados peores del ejercicio- la compañía aérea perdió 24.500 millones de pesetas, lo que supone más de las dos terceras partes de las pérdidas totales del año anterior. Estos números rojos también superan las expectativas de primeros de año y ni siquiera la temporada alta veraniega da confianza a los responsables del grupo, que ya empiezan a reconocer que la anunciada consecución del equilibrio al final de año está bastante lejos.

Las pérdidas de Iberia se producen en un contexto int...

El ejercicio de 1993 no ha cambiado la faz de Iberia. En los cinco primeros meses de este año -los considerados peores del ejercicio- la compañía aérea perdió 24.500 millones de pesetas, lo que supone más de las dos terceras partes de las pérdidas totales del año anterior. Estos números rojos también superan las expectativas de primeros de año y ni siquiera la temporada alta veraniega da confianza a los responsables del grupo, que ya empiezan a reconocer que la anunciada consecución del equilibrio al final de año está bastante lejos.

Las pérdidas de Iberia se producen en un contexto intemacional de profunda crisis, en el que la mayor parte de las compañías del sector se encuentran sumidas en números rojos. En el caso de Iberia, ese contexto toma visos más dramáticos por el fuerte impacto que puede causar en la compañía sus participaciones suramericanas, Aerolíneas Argentinas y VIASA, cuyas pérdidas no están reflejadas en los resultados mencionados hasta el mes de mayo. Sin. embargo, Aviaco, que tiene resultados positivos, tampoco. está contemplada porque no consolida con Iberia al tener el 50% de su capital en manos del Instituto Nacional de Industria (INI).Los 24.500 millones de pérdidas cuantificados hasta el mes de mayo se reparten en algo más de 10.000 millones de la actividad de explotación; otros 10.000 de pérdidas financieras y en torno a 4.500 extraordinarios, según fuentes de Iberia, que se quejan de la fuerte reducción de tarifas aplicada por la competencia.

La gestión de Iberia, a pesar de la coyuntura internacional, ha sido cuestionada de manera que Presidencia del Gobierno encargó la realización de un estudio exhaustivo sobre la situación de la compañía, según fuentes de Moncloa. También el presidente del INI, Javier Salas, y el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, se plantearon la continuidad de Miguel Aguiló en la presidencia de Iberia a principios de este año, según confirman en ambos organismos. La cuestión se obvió, añaden, por la proximidad de las elecciones generales. Sin embargo, Salas sí desplazó a Aguiló de la gestión de Aerolíneas y colocó al frente a un hombre de su confianza, Manuel Morán.

Este año la compañía ha puesto el acento en la reducción de gastos y para ello ha abordado negociaciones con los diversos colectivos para alcanzar acuerdos salariales. En estos momentos, ha firmado acuerdos de congelación salarial con todos, aunque se revisará en septiembre, de manera que si los resultados son satisfactorios, la congelación será hasta final de año y el salario subirá los dos próximos años igual al IPC.

Algunos trabajadores, sobre todo de tierra, se quejan de que a los pilotos se les ha compensado con el aumento de las horas de vuelo por lo que pueden cobrar por productividad. Esto ha llevado a que 560 trabajadores de tierra (sobre un colectivo de 16.000), afiliados a CC OO, hayan recurrido ante el Ministerio de Trabajo la decisión que firmaron los propios sindicatos, entre ellos CC OO. Estos trabajadores denuncian que "se ha firmado sin tener en cuenta al comité en su totalidad".

Por otra parte, Iberia tendrá que volver a pagar 130 litros de gasolina al mes a unos 700 empleados según una sentencia del Tribunal Superior de Madrid, lo que le supondrá un gasto adicional de 100 millones al año, según Iberia.