El PP cree que González fracasará en su intento de conseguir apoyos estables

Felipe González tendrá que gobernar en minoría y sometido a los vaivenes parlamentarios. En esta confianza se mueve la dirección del Partido Popular (PP), convencida de que el jefe del Gobierno en funciones cosechará un fracaso en la búsqueda de apoyos estables, bien mediante una coalición o a través de un pacto de legislatura. Los populares han recibido con mala cara la apertura de consultas oficiosas por parte de González sin que éste haya recibido aún a su líder, José María Aznar, aunque confía en una próxima entrevista de ambos.

El objetivo inmediato de privar a los socialistas de l...

Felipe González tendrá que gobernar en minoría y sometido a los vaivenes parlamentarios. En esta confianza se mueve la dirección del Partido Popular (PP), convencida de que el jefe del Gobierno en funciones cosechará un fracaso en la búsqueda de apoyos estables, bien mediante una coalición o a través de un pacto de legislatura. Los populares han recibido con mala cara la apertura de consultas oficiosas por parte de González sin que éste haya recibido aún a su líder, José María Aznar, aunque confía en una próxima entrevista de ambos.

El objetivo inmediato de privar a los socialistas de las presidencias del Congreso y el Senado y de la mayoría en las mesas de ambas Cámaras sigue en pie, aunque congelado a la espera del resultado de las gestiones para conseguir una coalición de gobierno. Sólo si ésta sale adelante, consideran fuentes de Génova 13, sede central del partido de Aznar, el PSOE tendría posibilidades de seguir controlando con sus socios los órganos parlamentarios.Pero esta hipótesis es la menos probable, según dirigentes cualificados. Oficialmente, los populares no quieren interferir en conversaciones ajenas y por tanto no hacen declaraciones públicas, pero un destacado miembro de la ejecutiva adelantó ayer que "a Felipe no le va a salir bien, todo el mundo le va a decir que sí, pero que vaya gobernando y luego ya se verá".

Para el PP, González disfrutará en las próximas semanas de "una fase versallesca", hasta que a primeros de julio "se encuentre sólo con Rosa Conde y una crisis galopante a la que hay que dar respuesta". El problema no estará en el Congreso de los Diputados, donde con 159 diputados se pueden hacer muchas cosas, se señala en el primer partido de la oposición: "Estará fuera".

González, protagonista

Desde el PP se tiende a personalizar la política socialista cada vez más en Felipe González, porque "ha demostrado ser él quien tiene el respaldo popular" y, además, sin hacer apenas referencia alguna al PSOE. "Ya no valen solchagas ni sucedáneos, no vale el cuento del rey moro que saca a sus visires cuando hay problemas", afirma el dirigente citado. "González tiene que dar la cara y presentar medidas concretas contra la crisis".

Pese a su escepticismo sobre una coalición o un pacto de legislatura con los nacionalistas catalanes y vascos, los populares estarían dispuestos a apoyar, un plan económico coincidente con el suyo. El vicesecretario general, Mariano Rajoy, señaló ayer en un encuentro en la Asociación de Periodistas Europeos la proximidad del programa económico d CiU con el del PP.

"Si un Gobierno de coalición reduce el gasto público, congela la presión fiscal, suprime el IAE (Impuesto de Actividades Económicas), y apoya en serio a la pequeña y mediana empresa, no vamos a ir contra nuestro programa; pero si el acuerdo no guarda relación con ese programa, CiU tendrá que dar cuenta a sus electores", señaló Rajoy.

En el PP existe la certeza, por otra parte, de que Felipe González no podrá eludir tras las elecciones una normalización de relaciones con Aznar, que deberían iniciarse con una entrevista próxima. Este reconocimiento hacia el líder del centro-derecha, según los populares, es ineludible para González después del fortalecimiento del primer grupo de la oposición y de los dos debates televisados, "que han consagrado las dos grandes opciones políticas y sus respectivos rostros".