MADRID:

La izquierda madrileña, hegemónica en la región, ha resistido el embate de la derecha. El PSOE logra incrementar su porcentaje de voto y contrarresta el avance del PP, aunque la línea defensiva se quiebra por el lado de Izquierda Unida. El apoyo electoral a la federación de Julio Anguita, en contra de la tendencia nacional y de las esperanzas de sus candidatos, es muy similar, incluso inferior, al de los comicios de 1989. A última hora, Madrid dio al PP el único escaño que el Ministerio del Interior había atribuido al CDS.El PP, que no logra alcanzar los 17 o 18 diputados deseados, se empeñó d...

La izquierda madrileña, hegemónica en la región, ha resistido el embate de la derecha. El PSOE logra incrementar su porcentaje de voto y contrarresta el avance del PP, aunque la línea defensiva se quiebra por el lado de Izquierda Unida. El apoyo electoral a la federación de Julio Anguita, en contra de la tendencia nacional y de las esperanzas de sus candidatos, es muy similar, incluso inferior, al de los comicios de 1989. A última hora, Madrid dio al PP el único escaño que el Ministerio del Interior había atribuido al CDS.El PP, que no logra alcanzar los 17 o 18 diputados deseados, se empeñó durante gran parte de la noche electoral en demostrar lo contrario. Su candidato al Senado Alberto Ruiz Gallardón llegó a trasladar los resultados del PP al Parlamento madrileño, donde, dijo apresuradamente, habría conseguido la mayoría absoluta por primera vez. Sin embargo, el panorama electoral madrileño no ha dado el volantazo hacia la derecha que pudiera permitir al PP gobernar en mayoría en la región en unas hipotéticas elecciones autonómicas. La izquierda sigue teniendo más peso gracias, sobre todo, a la recuperación de los socialistas. En una noche en la que el PP no logró en Madrid los diputados que esperaba e IU se quedó compuesta y con los que tenía, sólo el PSOE, que luchó contra las expectativas más pesimistas, tenía motivos para sonreír.

El secretario general de los socialistas madrileños, Teófilo Serrano, se mostró incrédulo: "Los datos son demasiado buenos". El presidente regional, Joaquín Leguina, estaba menos sorprendido. Desde el inicio de la campaña apostó porque el PSOE sacaría 13 escaños si aumentaba la participación. Y acertó. El 79% de los madrileños votó en la segundas elecciones con menor abstención desde 1982.

El candidato de Izquierda Unida Franco González da por buenos los resultados obtenido en Madrid "después de los acontecimientos que se produjeron al confeccionar las listas [cuando Cristina Almeida, Nicolás Sartorius y Pablo Castellano se cayeron de la relación de candidatos en una pugna interna]". "Aquel error en la confección de las listas y la llamada al voto útil han provocado el estancamiento en Madrid", comentó. Pese a todo, el PP no rectificó durante la noche su apresurado análisis madrileño. Su número dos en la región, Rodrigo Rato, se limitó a denunciar, por "escandaloso", que 7.000 vecinos de Alcalá de Henares se quedaran sin votar por errores administrativos.