El Rey anuncia a los sefardíes de Estambul que irá a Israel en otoño

ENVIADO ESPECIAL Fue una jornada judía, aunque también tuvo un toque musulmán. La mayor ciudad de Turquía cuenta con una comunidad de 25.000 judíos sefardíes a los que el Rey manifestó "la admiración y el cariño de España, que guarda con especial devoción la huella renovada de Sefarad". A una reportera del semanario judío Shalom le anunció incluso a la salida de una mezquita que "después del verano esperamos poder visitar Israel". Previsto inicialmente para febrero pasado el primer viaje de los Reyes al Estado judío fue cancelado a causa de la enfermedad de don Juan y de la tensión crea...

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ENVIADO ESPECIAL Fue una jornada judía, aunque también tuvo un toque musulmán. La mayor ciudad de Turquía cuenta con una comunidad de 25.000 judíos sefardíes a los que el Rey manifestó "la admiración y el cariño de España, que guarda con especial devoción la huella renovada de Sefarad". A una reportera del semanario judío Shalom le anunció incluso a la salida de una mezquita que "después del verano esperamos poder visitar Israel". Previsto inicialmente para febrero pasado el primer viaje de los Reyes al Estado judío fue cancelado a causa de la enfermedad de don Juan y de la tensión creada por la expulsión en diciembre por el primer ministro israelí, Isaac Rabin, de más de 400 palestinos al sur de Líbano.

Unas 25.000 personas, la mayoría de posición acomodada, integran la comunidad sefardí de Estambul. De ellas sólo unas 6.000, según estimaciones del Consulado de España, siguen hablando el ladino, el español que hablaban sus antepasados cuando, a finales del siglo XXV, fueron expulsados de la Península Ibérica. Hoy el Rey recibirá al Consejo del Gran Rabinato. Esta audiencia ha suscitado alguna crítica en la prensa islamista.

La penúltima jornada de la visita de los Reyes empezó con un recorrido por el Gran Bazar, probablemente el mayor del mundo. Don Juan Carlos y, sobre todo, doña Sofía hicieron compras -platos de cerámica, quilims, espejos, rosarios...- en tiendas cuyos propietarios demostraron muchas veces un sorprendente conocimiento del español.

Algunas comercios lucían banderas españolas. "Hoy engañamos menos a los españoles", decía con humor un dependiente sentado ante su tienda.

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