La joven Susana Ruiz no fue asesinada ni violada

Susana Ruiz, la joven de 16 años cuyo cadáver fue hallado el pasado 25 de febrero en un descampado próximo a Vicálvaro, no fue asesinada ni violada, según indicaron ayer fuentes jurídicas. Todos los análisis de sangre y de sus vísceras efectuados hasta ahora en la cátedra de Medicina Legal de Madrid han dado negativo y descartan violencia en su muerte.Fuentes policiales, que dijeron desconocer el resultado de las últimas pruebas forenses, señalaron que Susana bebió y fumó mucho hachís la noche en que desapareció, el pasado 9 de enero.

Según una información publicada ayer por...

Susana Ruiz, la joven de 16 años cuyo cadáver fue hallado el pasado 25 de febrero en un descampado próximo a Vicálvaro, no fue asesinada ni violada, según indicaron ayer fuentes jurídicas. Todos los análisis de sangre y de sus vísceras efectuados hasta ahora en la cátedra de Medicina Legal de Madrid han dado negativo y descartan violencia en su muerte.Fuentes policiales, que dijeron desconocer el resultado de las últimas pruebas forenses, señalaron que Susana bebió y fumó mucho hachís la noche en que desapareció, el pasado 9 de enero.

Según una información publicada ayer por El Mundo, los forenses han certificado que la joven sufría una malformación cardiaca congénita, (tenía el corazón más grande de lo normal), lo que, unido a la ingesta de alcohol y hachís, le acarreó una crisis cardiaca que le produjo la muerte.

El hecho de que el cadáver de la joven, estudiante del instituto de formación profesional de Las Musas, fuera hallado con los pantalones y las bragas bajadas es un enigma. No obstante, una de las hipótesis que se barajan es que sintiera ganas de hacer Sus necesidades y sufriera la crisis cardiaca justo en ese momento. Si el corazón de Susana hubiera estado normal, indicaron ayer fuentes médicas, probablemente habría superado la crisis cardiaca.

Última fiesta

Susana Ruiz fue vista con vida por última vez el pasado 9 de enero. Ese día asistió con varios amigos a un cumpleaños celebrado en una casa deshabitada situada a unos cuatro kilómetros de su domicilio en Vicálvaro. Vivía en el instituto de Las Musas, donde su padre trabajaba de conserje.

Todas las personas que acudieron a la fiesta han coincido en señalar a la policía que Susana apenas habló esa noche y que, entre las nueve de la noche y las tres de la madrugada, bebió bastante cerveza y fumó mucho hachís. Según los asistentes a la fiesta, poco antes de las tres de la madrugada decidió marcharse a casa andando. A partir de ese momento ninguno de sus amigos volvió a verla.

Casi un mes después, el cadáver de Susana fue hallado en la orilla de un camino del descampado (en avanzado estado de descomposición), a unos 400 metros de la casa donde se había celebrado la fiesta. Estaba semienterrado con escombros. En esa fecha trabajaban en el lugar máquinas removiendo tierra.