La misión se mantiene

M. G. Las tropas españolas en Bosnia-Herzegovina seguirán realizando, de momento, su misión de interposición entre croatas y musulmanes en el valle del Neretva. Sin embargo, en el Ministerio de Defensa empiezan a calar las dudas sobre la utilidad y el alto riesgo que conlleva esta misión. Una cosa es interponerse entre dos bandos para comprobar que cumplen su compromiso de cesar las hostilidades y otra distinta ponerse en medio cuando ninguno de los dos abriga la menor intención de dejar de matarse.

El peligro de recibir las bofetadas de las dos partes es demasiado alto. Con estas palab...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

M. G. Las tropas españolas en Bosnia-Herzegovina seguirán realizando, de momento, su misión de interposición entre croatas y musulmanes en el valle del Neretva. Sin embargo, en el Ministerio de Defensa empiezan a calar las dudas sobre la utilidad y el alto riesgo que conlleva esta misión. Una cosa es interponerse entre dos bandos para comprobar que cumplen su compromiso de cesar las hostilidades y otra distinta ponerse en medio cuando ninguno de los dos abriga la menor intención de dejar de matarse.

El peligro de recibir las bofetadas de las dos partes es demasiado alto. Con estas palabras, o parecidas, se expresaba ayer un mando militar.

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, dejaba entrever sus dudas. "Me preocupan sobre todo las garantías de éxito de la misión. Interponerse, si no sé tiene una cierta seguridad de que se van a interrumpir los combates... Conviene meditarlo", declaraba al término del funeral, o más bien pensaba en voz alta.

Más información

La preocupación por la, seguridad de las tropas se acrecienta ante la evidencia de que "desafortunadamente se ha roto el halo que nos protegía" en palabras de García Vargas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En