Los abogados de Argel boicotearán los tribunales especiales
El sindicato de abogados de Argel decidió ayer, en sesión plenaria y por unanimidad, boicotear sistemáticamente todos los procesos ante los tribunales especiales, ante cuya jurisdicción se está juzgando desde hace cuatro meses a militantes islamistas radicales acusados de delitos de terrorismo. Desde el pasado mes de enero funcionan en Argelia tres tribunales especiales en Argel, Constantina y Orán.
Con esta decisión los abogados de Argel protestan contra el decreto del Gobierno en el que se reglamenta su labor ante los tribunales especiales. En este decreto se otorga además a los m...
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El sindicato de abogados de Argel decidió ayer, en sesión plenaria y por unanimidad, boicotear sistemáticamente todos los procesos ante los tribunales especiales, ante cuya jurisdicción se está juzgando desde hace cuatro meses a militantes islamistas radicales acusados de delitos de terrorismo. Desde el pasado mes de enero funcionan en Argelia tres tribunales especiales en Argel, Constantina y Orán.
Con esta decisión los abogados de Argel protestan contra el decreto del Gobierno en el que se reglamenta su labor ante los tribunales especiales. En este decreto se otorga además a los magistrados una serie de prerrogativas, que les faculta a expulsar de la sala a los defensores e incluso suspenderles por un periodo de tres a un año si considera que su labor obstaculiza la marcha de la Justicia y del procedimiento.
Pero al mismo tiempo los abogados protestan por las dificultades que entraña la defensa de este tipo de procedimientos, sometidos a una instrucción rápida, que en su opinión impide conocer y asumir con profundidad y tranquilidad los sumarios.
Los abogados decidieron el boicoteo a los tribunales especiales en una asamblea de 400 miembros del sindicato, convocada en uno de los salones del tribunal de Argel.
Por otra parte, el tribunal de Uargla, a unos 1.200 kilómetros al sur de Argel, ha dictado tres penas de muerte contra tres militantes islamistas acusados de haber participado en un intento de asalto a un cuartel, en septiembre de 1992. La operación, perpetrada por un grupo de veinte activistas, contaba con la complicidad de dos militares de la guarnición, sin embargo fracasó como consecuencia de la alerta dada por los centinelas.