Las cuentas de don Mario

VICTORIA CARVAJAL, Detrás de la ingeniería financiera que sustenta la operación de Banesto con el banco JP Morgan se esconde una caída controla da del valor de las acciones del banco. Desde que el martes pasado se dio a conocer la magnitud de la ampliación de capital y las condiciones de la misma, la acción ha caído más de un 13%, de 2.350 pesetas a un mínimo de 2.010 el viernes pasado, aunque al cierre se recuperó hasta las 2.060 pesetas. La confirmación de que no se repartirá el dividendo complementario, la declaración de un beneficio de 0 pesetas en el primer trimestre y las perspectivas de...

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VICTORIA CARVAJAL, Detrás de la ingeniería financiera que sustenta la operación de Banesto con el banco JP Morgan se esconde una caída controla da del valor de las acciones del banco. Desde que el martes pasado se dio a conocer la magnitud de la ampliación de capital y las condiciones de la misma, la acción ha caído más de un 13%, de 2.350 pesetas a un mínimo de 2.010 el viernes pasado, aunque al cierre se recuperó hasta las 2.060 pesetas. La confirmación de que no se repartirá el dividendo complementario, la declaración de un beneficio de 0 pesetas en el primer trimestre y las perspectivas de una fuerte dilución de beneficios por acción tras la gigantesca ampliación (130.000 millones de pesetas) que efectuará el banco han propiciado esta caída. El retroceso de la acción facilita, además, el cumplimiento de los objetivos. de la operación. Ocho analistas de sociedades de inversión y bancos, tanto extranjeros como nacionales, que prefieren permanecer en el anonimato coinciden en señalar que una caída controlada del valor asegura el éxito de las dos ampliaciones de capital previstas (52.659 millones de pesetas en el primer tramo, que suponen 35.106.200 acciones nuevas a sumar a las 105.318.698 ya existentes -1 nueva por cada 3 antiguas-, y 42.249 millones de pesetas en el segundo).

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Según los cálculos de estos expertos, el valor idóneo de la acción debe situarse en unas 2.033 pesetas. A este precio, el valor teórico del derecho de suscripción es de 133 pesetas -el precio de una acción nueva es de 1.500 pesetas más tres derechos; como el valor se situaría a 1.900 tras la ampliación, la diferencia (400 pesetas) es el valor de los tres derechos (133 cada uno)-. Si por ejemplo la ampliación se hubiera efectuado el miércoles pasado, cuando la acción cotizaba a 2.200 pesetas, el valor del derecho de suscripción hubiera sido 175 pesetas, ya que el valor de la acción tras la segunda ampliación sería de 2.025 pesetas (525 por tres derechos más 1.500 de la nueva acción). Por tanto, si el valor de la acción cae ahora por debajo de las 2.033 pesetas, el derecho de suscripción valdrá también menos de 133 pesetas. Si esto ocurriera, la Comisión Nacional del Mercado de Valores obliga al presidente del banco, Mario Conde y al fondo Corsair a lanzar una OPA sobre los derechos que coticen por debajo de este precio.

Conde y Corsair tendrían que entrar en esta primera ampliación e invertir parte de los 360 millones de dólares (42.000 millones de pesetas) que el banco tiene ya asegurados (200 millones de dólares de Conde y Corsair, 25 millones del fondo de pensiones de General Electric, otros 25 de North-westem, 50 de Roquette, 20 de los empleados y 40 millones de distintos accionistas). Estos 42.000 millones coinciden con el importe previsto para la segunda ampliación. Por tanto, la entrada de parte de estos inversores en el primer tramo reduciría lo comprometido para el segundo y dificultaría el éxito de la operación, coinciden en destacar las mismas fuentes. Además, a 2.033 pesetas de ahora la acción valdrá 1.900 pesetas tras la primera ampliación, precio que se corresponde con el fijado para la segunda. "Esta coincidencia asegura a los inversores que acudan al segundo tramo no tener que pagar por los derechos de suscripción" asegura un analista de un banco español. El valor 0 del derecho de suscripción para la segunda ampliación facilita, a su vez, la renuncia de los accionistas a acudir al segundo tramo, que es la propuesta que lleva Conde a la junta de accionistas del próximo 22 de mayo. La oscilación del precio alrededor de las 2.033 pesetas resulta clave, concluyen. Así, cuando el pasado viernes la acción cayó a 2.010 pesetas, siguiendo la tendencia a la baja iniciada el martes, una fuerte negociación provocó que la acción se remontara hasta las 2.060 pesetas. Los analistas consideran "excesiva" la caída de casi el 14% y creen que los pequeños accionistas que no puedan acudir a la ampliación saldrán perjudicados.

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