Juicio por torturas contra un jefe de la Guardia Civil que había sido indultado

El comandante de la Guardia Civil José Pérez Navarrete está siendo juzgado junto a otros cuatro agentes en la Audiencia de San Sebastián por las presuntas torturas de que fue objeto Juan Carlos Garmendia Irazusta, en 1982 en San Sebastián. Pérez Navarrete había sido indultado parcialmente por el Gobierno de una condena también por malos tratos. Le fue suspendida la pena de seis años de inhabilitación especial.Los ahora procesados aseguraron ayer que las lesiones que presentaba Garmendia se las ocasionó él mismo de forma accidental. Pérez Navarrete, una vez finalizado el proceso, podría ingresa...

El comandante de la Guardia Civil José Pérez Navarrete está siendo juzgado junto a otros cuatro agentes en la Audiencia de San Sebastián por las presuntas torturas de que fue objeto Juan Carlos Garmendia Irazusta, en 1982 en San Sebastián. Pérez Navarrete había sido indultado parcialmente por el Gobierno de una condena también por malos tratos. Le fue suspendida la pena de seis años de inhabilitación especial.Los ahora procesados aseguraron ayer que las lesiones que presentaba Garmendia se las ocasionó él mismo de forma accidental. Pérez Navarrete, una vez finalizado el proceso, podría ingresar en prisión para cumplir la pena de cuatro meses de arresto que, además de la inhabilitación de la que fue indultado, le fue impuesta por haber torturado ese mismo año a Juana Goikoetxea.

El joven Juan Carlos Garmendia fue detenido en Ordizia (Guipúzcoa) y trasladado a dependencias de la Guardia Civil donde permaneció varios días para intentar obtener datos "relacionados con ETA". En ese periodo, según el fiscal, fue golpeado por los agentes Emilio Mariño, Carlos Prieto e Isidro Martínez, provocándole "tumefacción traumática en ambos párpados, región frontal, pómulo izquierdo, nuca, región occipital y labio superior". Lesiones que, según aseguraron ayer los agentes, se las provocó el detenido al tropezar y caer después de haber agredido al agente Isidro Martínez. Las heridas que sufrió el detenido tardaron 90 días en curarse. El fiscal solícita para cada uno de esos tres procesados penas de cuatro meses de arresto mayor y seis años de inhabilitación especial.

El representante de la acusación particular Iñigo Iruin, considera que además de esos tres agentes son también responsables del delito de torturas el instructor de las diligencias, el comandante José Pérez Navarrete. Para todos ellos solicita seis años de inhabilitación especial, y para los cuatro primeros, seis meses de arresto mayor.

Los cinco procesados negaron a preguntas del fiscal y de su abogado defensor que hubiesen utilizado cualquier método de tortura.