La mano del Bundesbank

El alivio de la peseta y la bajada de tipos en el mercado interbancario provocaron ayer una ligera subida de precios que quedé frenada a partir de la tarde. La decisión del Tesoro de dejar desierta por quinta vez consecutiva la subasta de letras dejó claro su deseo de no endeudarse a tipos altos y alentó una bajada de intereses de la deuda, mala para el inversor de renta fija, pero buena para el bolsista. Los inversores, sin embargo, siguen tomando precauciones y toman nota de que es la quinta subasta consecutiva que queda desierta.

La mayoría de las subidas se produjeron por la mañ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El alivio de la peseta y la bajada de tipos en el mercado interbancario provocaron ayer una ligera subida de precios que quedé frenada a partir de la tarde. La decisión del Tesoro de dejar desierta por quinta vez consecutiva la subasta de letras dejó claro su deseo de no endeudarse a tipos altos y alentó una bajada de intereses de la deuda, mala para el inversor de renta fija, pero buena para el bolsista. Los inversores, sin embargo, siguen tomando precauciones y toman nota de que es la quinta subasta consecutiva que queda desierta.

La mayoría de las subidas se produjeron por la mañana, cuando el Bundesbank echó una mano a la peseta bajando los tipos de sus títulos con pacto de recompra (repos). La subida no rebasé el punto en cementos, siderurgia y servicios, lo que muestra la cautela de los operadores. La mayoría de la inversión permanece quieta. No sale papel a buen precio, lo que frena posibles subidas. Los inversores han decidido esperar y cortar el cupón del dividendo, lo cual, aunque no ha aumentado de forma sustancial en la mayoría de las empresas -sobre todo en bancos-, parece más sensato que vender a cupón corrido pensando en una subida cuando se despejen las presiones sobre la peseta por devaluación o por una recuperación.

Archivado En