Atraco municipal

Quisiera expresar mi indignación desde estas páginas ante el atraco sufrido en mi cuenta bancaria días atrás por parte del Ayuntamiento de Madrid. Sin previo aviso ni notificación alguna, descubres un día con sorpresa cómo ha menguado el saldo en tu cuenta sin que puedas explicarte el motivo. Unas semanas más tarde recibes una notificación de embargo en un recibo bancario.Pero el Ayuntamiento, en su afán de sorprender al ciudadano, no sólo no te notifica que por ser él quien es tiene el derecho de inmiscuirse en la intimidad de tu cuenta sin previo aviso, sino que, además, la multa que embarga...

Quisiera expresar mi indignación desde estas páginas ante el atraco sufrido en mi cuenta bancaria días atrás por parte del Ayuntamiento de Madrid. Sin previo aviso ni notificación alguna, descubres un día con sorpresa cómo ha menguado el saldo en tu cuenta sin que puedas explicarte el motivo. Unas semanas más tarde recibes una notificación de embargo en un recibo bancario.Pero el Ayuntamiento, en su afán de sorprender al ciudadano, no sólo no te notifica que por ser él quien es tiene el derecho de inmiscuirse en la intimidad de tu cuenta sin previo aviso, sino que, además, la multa que embarga estaba recurrida en su día (habiendo copia que lo atestigua), y tampoco se han tomado la molestia de informarte que tu recurso ha sido desestimado -aunque debería decir que ni siquiera estimaron oportuno leerlo-. Ante tal alud de cartas y de avisos es lógico que ellos supongan que yo he tenido al menos una oportunidad para elegir si quería o no pagar esa multa antes del embargo.

Como ciudadana de Madrid, creo que si se comete una infracción del tipo que sea hay que pagarla, y que el Ayuntamiento tiene que hacer todo lo posible por cobrar esas multas impuestas. Pero cuando una multa es incorrecta, injusta o indebida, el ciudadano tiene derecho a recurrir y, por supuesto, a que se le informe al final del resultado de su recurso. Mi indignación e impotencia surgen ante el abuso de poder y práctica dictatorial de este Ayuntamiento, que se aprovecha de su condición para inmiscuirse en la privacidad de cada ciudadano y coger injustamente y sin previo aviso lo que no es suyo. Un atraco, legal, pero atraco al fin y al cabo.-