Estupefacción

"Estupefacción. (Del latín stupefactio-onem), f. Pasmo, estupor, asombro grande". DRAE.Como tengo que viajar a fin de mes a Nueva Orleans a visitar a mi hija, me asomé a las páginas amarillas de la guía telefónica y, en la 1.240 del segundo tomo,encontré: "United. Información y reservas: 900-98-3386". Marqué y... ¡estupor! Una voz de mujer por cierto, con un tono nada agradable) me espetó así, de Frente: "El número marcado no existe". No quiero imaginar la tragedia del escolar a quien su maestro le diga que averigüe el duplo de 450.491.693 y no pueda darle la solución porque "el número ...

"Estupefacción. (Del latín stupefactio-onem), f. Pasmo, estupor, asombro grande". DRAE.Como tengo que viajar a fin de mes a Nueva Orleans a visitar a mi hija, me asomé a las páginas amarillas de la guía telefónica y, en la 1.240 del segundo tomo,encontré: "United. Información y reservas: 900-98-3386". Marqué y... ¡estupor! Una voz de mujer por cierto, con un tono nada agradable) me espetó así, de Frente: "El número marcado no existe". No quiero imaginar la tragedia del escolar a quien su maestro le diga que averigüe el duplo de 450.491.693 y no pueda darle la solución porque "el número marcado no existe"; el estupor y gran asombro del comerciante senegalés que declare al fisco de su país haber ganado el pasado año 900.983.386 francos franceses nuevos y Hacienda le multe por mentir, ya que "ese número no existe".

En mi dilatada experiencia de publicista y a través de todas las agencias en las que he trabajado, hoy en la mía propia, cada vez que vamos a sacar al aire un nuevo producto de las mentes creativas, se somete al criterio y análisis colectivo de un grupo de personas, más o menos inteligentes, que opinan sobre el mensaje que va a ser impreso, grabado o videograbado. Este mensaje, normalmente cuando llega al cliente, también es analizado por otro grupo de personas, casi siempre más inteligentes que las de la agencia publicitaria, y solamente después de esa exhaustiva decantación sale al aire o se publica el mensaje en cuestión.

En algún momento, alguien en Telefónica debió decir: "Es necesario que mandemos grabar un mensaje para que cuando un abonado marque un número que haya sido retirado por motivos que no son del caso enumerar, una voz melodiosa y amable le informe de que ese número telefónico no corresponde al abonado con el que se quiere comunicar y que, por tanto, deberá llamar al número equis, donde le informarán sobre -el nuevo número". Le dictó un memo a su secretaria, dirigido al contacto con la agencia de publicidad de Telefónica; la agencia encargó a un creativo la elaboración del mensaje; el comité creativo de la agencia aprobó dicho mensaje; pasó al comité de Telefónica, que lo aprobó; se grabó... Y ahí está, en el aire, sabe Dios cuántas veces y en cuántos sitios, esta perla de información: "El número marcado no existe"- . Rozas (Madrid).