La dueña de un bar 'despachaba' cocaína escondida entre los aperitivos

Puede que algún despistado se llevase a la boca un paquetito de cocaína en vez de una pipa de calabaza. En un bar de San Blas se despachaban papelinas de droga camufladas entre los aperitivos. La policía ha desbaratado el negocio del bar Iliada, en el número 3 de la calle del mismo nombre. La propietaria del bar, sus hijas, el novio de una de ellas y un amigo, han sido detenidos. El bar había sido clausurado el pasado año durante tres meses por el mismo motivo, según fuentes policiales.

Algunos consumidores de droga confesaron a los agentes que en la barra del bar, la dueña d...

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Puede que algún despistado se llevase a la boca un paquetito de cocaína en vez de una pipa de calabaza. En un bar de San Blas se despachaban papelinas de droga camufladas entre los aperitivos. La policía ha desbaratado el negocio del bar Iliada, en el número 3 de la calle del mismo nombre. La propietaria del bar, sus hijas, el novio de una de ellas y un amigo, han sido detenidos. El bar había sido clausurado el pasado año durante tres meses por el mismo motivo, según fuentes policiales.

Algunos consumidores de droga confesaron a los agentes que en la barra del bar, la dueña del establecimiento les entregaba papelinas de cocaína camufladas entre el aperitivo, pipas de calabaza o girasol servidas en un cuenco. El jueves por la tarde, la policía decidió registrar el bar, en cuya cocina se incautaron 200 dosis de cocaína y 35 gramos de hachís.

Los investigadores detuvieron entonces a la dueña del establecimiento, Eusebia M. M.; de 55 años, a sus hijas Gregoria y Ester, de 33 y 19 años, respectivamente; al novio de esta última, Juan Antonio G. S., de 25, y a un amigo de la familia, Ángel Núñez Partido, de 33.

Quienes se llevaron un buen susto ayer fueron los vecinos de una casa de Coslada. Oyeron una explosión, se les rompieron los cristales y hasta una lavadora saltó al patio de vecinos. El gas que escapaba de una bombona en la calle de San Juan, 8, provocó la destrucción de un piso entero y daños en ocho pisos más. Se salvaron, ilesos, una anciano que tomaba una ducha y su nieto, a quien le despertó la explosión y un tabique que se le vino encima, según la policía de Coslada. A una mujer que barría el patio le cayeron cascotes, pero sólo fueron heridas leves. También herido resultó ayer un surafricano de 30 años, que recibió tres puñaladas en el costado en el Cerro de la Plata (Mediodía), durante una reyerta entre inmigrantes. Anoche se encontraba en el hospital Gregorio Marañón.

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