El muchacho encarcelado erróneamente como violador no pedirá indemnización

Raúl S. P., de 17 años, no quiere compensación económica por pasar 10 meses en la cárcel acusado de delitos que no cometió. Este joven, encarcelado desde mayo de 1992 hasta el lunes pasado por ser el presunto violador del ascensor de Alcorcón (140.000 habitantes), está "escarmentado" de su peripecia con los juzgados, informó ayer su abogado, Mario Carreño. Él y su familia renuncian de momento al derecho de pedir una indemnización. Raúl ha sido absuelto de los delitos de violación, robo y/o agresiones sexuales denunciados por mujeres de Alcorcón (véase EL PAÍS de ayer).
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Raúl S. P., de 17 años, no quiere compensación económica por pasar 10 meses en la cárcel acusado de delitos que no cometió. Este joven, encarcelado desde mayo de 1992 hasta el lunes pasado por ser el presunto violador del ascensor de Alcorcón (140.000 habitantes), está "escarmentado" de su peripecia con los juzgados, informó ayer su abogado, Mario Carreño. Él y su familia renuncian de momento al derecho de pedir una indemnización. Raúl ha sido absuelto de los delitos de violación, robo y/o agresiones sexuales denunciados por mujeres de Alcorcón (véase EL PAÍS de ayer).

Por los mismos y similares delitos han sido detenidos ya en esa localidad tres jóvenes. Tras Raúl fue retenido, y puesto en libertad enseguida, otro menor en octubre pasado. Hace sólo dos semanas, la policía ha hallado a otro posible culpable sobre el que hay pruebas más contundentes. Tiene sólo 15 años, pero los agentes encontraron en su haber efectos personales de algunas de sus víctimas. Los tres chavales tienen un asombroso parecido, según aseguran jueces y abogados del caso.

Raúl S. P. declaró a EL PAíS sentir rabia por el error cometido con él, pero ni él ni su madre son partidarios de pedir dinero. "Perdí el curso de BUP cuando me encarcelaron en mayo", explica el joven. "Ahora intento continuarlo a través del bachillerato a distancia, ya que me matriculé en la cárcel". Raúl ha vivido con miedo a ser agredido por los presos por los delitos sexuales que le achacaban.

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