Los presos de Valdemoro que comparten celda se quejan de falta de intimidad

No todos los presos de Valdemoro pueden hacer sus necesidades fisiólogicas con una mínima intimidad. Los que comparten celda (alrededor de un 15% de los 460 que cobija ahora esta cárcel, abierta hace siete semanas) se ven obligados a defecar delante del compañero de celda. El aseo -que incluye un retrete y un lavabo- carece de un muro o mampara que le aísle. Las celdas de Valdemoro, además, no miden más de 10 metros cuadrados, y casi todas tienen literas añadidas. Las quejas de los presos no se han hecho esperar.

Por ahora, son una minoría los internos que comparten la celda, el retrete...

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No todos los presos de Valdemoro pueden hacer sus necesidades fisiólogicas con una mínima intimidad. Los que comparten celda (alrededor de un 15% de los 460 que cobija ahora esta cárcel, abierta hace siete semanas) se ven obligados a defecar delante del compañero de celda. El aseo -que incluye un retrete y un lavabo- carece de un muro o mampara que le aísle. Las celdas de Valdemoro, además, no miden más de 10 metros cuadrados, y casi todas tienen literas añadidas. Las quejas de los presos no se han hecho esperar.

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Por ahora, son una minoría los internos que comparten la celda, el retrete y los consiguientes olores. Valdemoro, de las prisiones más modernas de España, aún está semivacía: hace varios días albergaba a 460 internos, de los alrededor de 1.300 que cobijará cuando esté a pleno rendimiento. Ahora, sólo una parte de sus módulos están abiertos.Fuentes penitenciarias que conocen la actual situación de este cautiverio (a 30 kilómetros de Madrid) explican: "El hecho de que se obligue a algunos internos convivir con otros, casi siempre obedece a que son depresivos y proclives al suicidio; se trata, en definitiva, de no dejarles solos por la noche. Pero eso es una cosa, y otra, que se les prive de una mínima intimidad cuando utilizan el retrete".

El Ministerio de Justicia, del que depende la Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios, es consciente de que la situación de los aseos agrede la dignidad de los internos. Sin embargo, hace siete semanas que la prisión recibió a sus primeros internos y más de seis meses desde su inauguración, y los retretes continúan desprotegidos. Y el problema será incluso mayor cuando se llenen las 980 celdas (la mayoría con literas) de que dispone el centro.

Celdas individuales

El director de la prisión de Valdemoro, Matías Muñoz, reconocía hace unos días la existencia de un problema de intimidad en las celdas compartidas. Señaló, no obstante, que "la inmensa mayoría" de los reclusos "ocupaban celdas individuales". Aparte del inodoro de la celda, hay otros "servicios comunes" a los que pueden acceder los internos para hacer sus necesidades, refirió Muñoz."¿Durante el día sí; pero, ¿y por la noche, cuando están las celdas cerradas y no se les permite salir de ellas ... ?", cuestionan las citadas fuentes penitenciarias. "Yo, particularmente, me sentiría fatal si tuviera que hacer mis necesidades delante de otra persona; sería una situación muy desagradable".

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Asuntos Penitenciarios ya ha encargado a sus técnicos que solventen este problema. Entre otras opciones, los técnicos barajan la colocación de un muro o tabique en torno al servicio, o una mampara....

Precisamente la falta de intimidad de los presos que comparten celda en Valdemoro fue uno de los asuntos que trató con la dirección de Valdemoro, en su primera visita oficial al centro, la juez de vigilancia de Madrid María del Pardo Torrecilla, bajo cuya jurisdicción se encuentra este centro

Presos peligrosos

Salvo este inconveniente, la magistrada se llevó una impresión positiva de las instalaciones del centro, al que ya han comenzado a llegar presos catalogados como muy peligrosos. La dirección del centro comunicó entonces (hace varias semanas) a la juez Torrecilla que se estaban arbitrando medios para solucionar el problema.Ayer por la tarde (seis meses después de la inauguración y siete semanas después de que llegaran los primeros presos), la intimidad de los retretes seguía brillando por su ausencia, según confirmó un funcionario del centro. Muchos de los internos de Valdemoro proceden de Carabanchel.

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