Georgia acusa a Rusia de bombardear Sujumi, la capital de Abjazia
Georgia acusa directamente a Rusia de ser la autora de los últimos bombardeos aéreos contra Sujumi del pasado fin de semana. Este balneario del Mar Negro es la capital de Abjazia, y desde mediados de agosto de 1992 se encuentra en manos de los militares georgianos.La guerra entre los abjazos, que dominan desde el río Gumistá hasta la frontera rusa, y los georgianos, que controlan la mitad sur de Abjazia, lejos de llegar a su fin, amenaza con involucrar directamente a Rusia.
"Está claro que determinadas fuerzas quieren profundizar aún más la confrontación existente entre Georgia y Rusia....
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Georgia acusa directamente a Rusia de ser la autora de los últimos bombardeos aéreos contra Sujumi del pasado fin de semana. Este balneario del Mar Negro es la capital de Abjazia, y desde mediados de agosto de 1992 se encuentra en manos de los militares georgianos.La guerra entre los abjazos, que dominan desde el río Gumistá hasta la frontera rusa, y los georgianos, que controlan la mitad sur de Abjazia, lejos de llegar a su fin, amenaza con involucrar directamente a Rusia.
"Está claro que determinadas fuerzas quieren profundizar aún más la confrontación existente entre Georgia y Rusia. Su objetivo es hacer fracasar las negociaciones que se celebran en Moscú entre ambos países", declaró el presidente georgiano, Eduard Shevardnadze.
La injerencia en los asuntos internos de Georgia, "expresado en su forma extrema -el bombardeo de una ciudad- es un eco de los dificilísimos procesos que está viviendo Rusia", dijo ayer Shevardnadze. Quienes bombardearon Sujumi desean provocar a Georgia para que ataque los obejtivos militares rusos y así "tener las manos libres para intervenenir abiertamentamente y lanzar una expedición de castigo".
"Hay que pensarlo mil veces antes de tomar medidas de respuesta" contra Rusia, advirtió Shevardnadze, pues de lo contrario las consecuencias pueden ser "trágicas". Los rusos, que niegan toda responsabilidad por los bombardeos y aseguran no participar en el conflicto, han declarado una "zona de seguridad" de 500 metros alrededor de sus bases militares y advertido que si los atacan o bombardean inmediatamente" asestarán "destructores golpes de respuesta".